El 61º Festival de Cannes coronó con su Palma de Oro al director francés Laurent Cantet, un gran cronista social, y consagró como sendos premios de interpretación al portorriqueño Benicio del Toro y a la brasileña Sandra Corveloni, una verdadera revelación puesto que prácticamente debuta en el cine.
El cine italiano fue laureado por partida doble a través de las dos películas del país presentes en la selección, "Gomorra" de Matteo Garrone, que obtuvo el Gran Premio, segunda recompensa más importante del Festival, e "Il Divo" de Paolo Sorrentino, dos obras que, con tonos opuestos -crónica casi documental la primera, sátira cáustica la otra- denuncian el poder de la mafia en la sociedad italiana y la corrupción de las esferas del poder.
Laurent Cantet, de 46 años, obtuvo la Palma de Oro por "Entre les murs" (Entre las paredes), fascinante inmersión en el universo escolar a través de un profesor y sus alumnos de enseñanza media, filmados a lo largo de un curso entre las paredes del colegio.
Cantet, que da a Francia su primera Palma de Oro en 21 años, se dio a conocer en 1999 con "Recursos humanos", crónica ambientada en una fábrica en crisis, antes de confirmar su talento de cineasta con "Lemploi du temps" (El empleo del tiempo, 2001), centrada en el caso verídico de un hombre que perdió su empleo y durante años lo ocultó a su familia.
La actriz brasileña Sandra Corveloni es la gran revelación de este festival, que corona su primer papel en un largometraje, "Linha de Passe" de sus compatriota compatriotas Walter Salles y Daniela Thomas.
Sandra Corveloni fue premiada por su interpretación sobria y retenida, hecha de pequeños gestos, de Cleuza, empleada doméstica que cría sola a sus cuatro hijos, de padres diferentes, en un barrio modesto de Sao Paulo, y que espera otro hijo.
Un premio que echó por tierra muchos pronósticos, que apuntaban a Martina Gusmán, por su intensa actuación en "Leonera" de Pablo Trapero, como la gran baza del cine argentino de cara al palmarés.
Benicio del Toro, que ya tenía la consagración de los Oscar, agrega un nuevo galardón a su palmarés por su interpretación, de un mimetismo sorprendente, de Ernesto Guevara en "Che" de Steven Soderbergh, fresco de cuatro horas y media -dividido en dos partes de estilos narrativos totalmente distintos-, que sigue la vida del guerrillero argentino desde 1956, cuando se unió a los rebeldes cubanos encabezados por Fidel Castro, hasta su muerte en Bolivia en 1967.
El premio a la mejor dirección fue para el turco Nuri Bilge Ceylan, considerado uno de las figuras mundiales del cine de autor, por "Los tres monos", película intensa y depurada que confirma su condición de gran cineasta.
Pese a que figuraba entre las favoritas, "El silencio de Lorna" de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, que ya poseen dos Palmas de Oro, debieron conformarse esta vez con un premio de guión.
Otras dos de las favoritas, "El cambio" de Clint Eastwood y "Cuento de Navidad" del francés Arnaud Desplechin, se hubieran ido con las manos vacías si el Jurado presidido por Sean Penn no hubiera decidido otorgar un Premio Especial de 61º Festival de Cannes por el conjunto de sus carreras al director de la primera y a la intérprete de la segunda, la diva del cine francés Catherine Deneuve.
Una decisión sin duda diplomática para no dejarlas fuera del palmarés que puede ser facilmente interpretada como un premio de consolación. En todo caso, Clint Eastood no estaba ya en Cannes para recibirlo.
La Cámara de Oro, que premia a una opera prima de cualquiera de las secciones del Festival, recayó en "Hunger" del inglés Steve McQueen. El jurado especial que otorga esta recompensa saludó la película como el "acto de nacimiento de un gran cineasta".
La Palma de Oro del Cortometraje fue para "Megatron", del rumano Marian Crisan.