La vuelta del paro por ocho días volvió con más cruces verbales y acusaciones por doquier, que destilan que cada vez es menos probable lograr un acuerdo.

Los que salieron a "pegarle" duro a los dirigentes ruralistas esta vez fueron el ministro de Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, quienes catalogaron a los ruralistas de "irresponsables" y de sólo querer "defender intereses muy particulares".

"Me parece que es una decisión de una enorme irresponsabilidad que no tiene ningún tipo de sentido, solamente el sentido de defender intereses muy particulares y sectoriales por encima del interés general", acusó Randazzo sobre la determinación de las entidades del campo de retomar la huelga hasta el jueves próximo.

"Acá lo que está en discusión es el precio de los alimentos: cuando se decidieron las retenciones móviles fue para que los precios internos no queden acoplados a los internacionales", aseguró Randazzo.

En la misma línea estuvo Javier de Urquiza, secretario de Agricultura: "Es lamentable que el reclamo tenga como objetivo único el retrotraer la situación al 10 de marzo", cuestionó el funcionario, al hacer especial hincapié en el tema de las retenciones móviles, centro del reclamo del campo.

De Urquiza, además, evaluó que las entidades "no valoran el trabajo que viene realizando el Gobierno", y minimizó el reclamo del agro: "Las autoridades están dando "una clara demostración de su voluntad de atender la problemática agropecuaria y de tratar de resolver el tema".