La decisión de Fidel Castro de delegar provisionalmente sus funciones como presidente de Cuba en su hermano Raúl, una situación sin precedentes en los 47 años que lleva al frente del gobierno de la isla, conmociona al mundo.

Tras el comunicado difundido ayer, no hubo información oficial respecto al estado de salud del líder cubano, que sufrió una crisis intestinal con sangrado que lo obligó a someterse a una complicada operación quirúrgica.

La situación de Castro y cómo será el proceso de recuperación tras la operación sigue siendo un enigma, por lo que se incrementa la incertidumbre sobre el futuro de la isla.

Según un comunicado leído anoche en la televisión cubana, Castro sufrió una crisis intestinal con sangrado que lo obligó a someterse a una complicada operación quirúrgica.

La crisis, de acuerdo con el comunicado al parecer elaborado por el propio Castro y leído por su jefe de despacho, Carlos Valenciaga, fue causada por el "estrés extremo" que fue provocado por su reciente visita a la Argentina para participar en la Cumbre del Mercosur, el mes último, y su intervención en los actos por el aniversario del asalto al cuartel Moncada tras su vuelta a Cuba.

La operación, continúa el texto firmado de puño y letra por Castro, "me obliga a permanecer varias semanas en reposo alejado de mis responsabilidades y cargos". Sin embargo, no realizó ninguna declaración sobre el resultado de la intervención quirúrgica.

Por primera vez en la historia de la revolución cubana, que estalló en 1959 y llevó a Castro al cargo de presidente que ocupa desde entonces, el líder cubano ha entregado con carácter provisional el poder.

Raúl, el sucesor. Delegó sus funciones como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe en su hermano Raúl, designado el sucesor legal según la Constitución cubana, por ocupar el cargo de primer vicepresidente. Raúl Castro, quien el 3 de junio cumplió 75 años, es también ministro de Defensa.