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Las confesiones sexuales de la "bomba" Luli Salazar
Exagera dice que descubrió el orgasmo a los "cinco años". De chiquita jugaba a las telenovelas con sus primos famosos. Luis Miguel le enseñó vocalización y ella aprendió. Entérese aquí de estos y otros secretos que contó sin ponerse colorada
1 de mayo de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco
La voluptuosa Luciana Salazar quiso alegrar a los trabajadores masculinos este 1 de mayo y se despachó en “Mañanas Informales” con un glosario de sus confesiones sexuales centralizadas en su niñez, etapa en donde descubrió los “juegos más maravillosos”.
Luli, en un reportaje sin “concesiones” y muy divertido, le contó a los conductores del ciclo de canal 13, Ernestina País y Ronnie Arias, que a los cinco años –de casualidad— descubrió como producirse un orgasmo y a partir de allí cambió su vida.
“Una tarde estaba acostada en la cama de mis padres mirando televisión boca abajo y de pronto comencé a jugar, con las piernas abiertas, y moviendo la pelvis sobre la cama. En un momento sentí algo que me conmovió el cuerpo y sin saber había descubierto el placer del orgasmo”, confesó Luli.
Según agregó luego, ante la atenta mirada de Asteriscos.Tv como espectador, Luciana denominó a este descubrimiento “Hacer gimnasia” y empezó a hacerlo en forma continuada y con más “acciones físicas”.
“Mi madre cuando le conté no supo que explicarme a los cinco años, sólo me prohibió hacerlo, pero por supuesto no le hice caso. ¡Las noches que fui castigada porque no dejaba de hacerlo!”, continuó.
"Nena, no quiero que hagas más gimnasia", le exigió su madre quien veía el crecimiento acelerado de su hija.
Luego hizo un relato estricto de cómo se divertía, a partir de los 8 y 9 años jugando con sus primos famosos, los hijos de Palito Ortega y Evangelina Salazar.
Luli es la segunda de cuatro mujeres, y por la edadm su compañero de “juegos de primos” era el actual director de cine, Luis Ortega.
Ella ya por esos tiempos quería ser famosa y tenía curiosidad por saber cómo eran los besos en las telenovelas, que durante su niñez consumía cotidianamente a pesar que su madre no quería, por el “tema de las endorfinas aceleradas de la nena”.
“Con Luis practicamos los besos de telenovelas a escondidas y realmente fue un buen aprendizaje. Mi hermana mayor y mi primo Emanuel (Ortega) siempre nos perseguían y no querían agarrar 'in fraganti' porque suponían que entre nosotros pasaba algo”, dijo entre risas la vedette.
Como en la canción “Mi prima Lejana” de los Auténticos Decadentes, los parientes se tomaron el tema muy en serio de los juegos y era común que Luis se pareciera de repente cuando se bañaba Luli y le abriera la cortina de la ducha para asustarla.
Por su parte ella –según contó— “lo metía de prepo para que se mojara”. Cosas de chicos.
Luego reconoció su “amistad” con Luis Miguel y no se atrevió a confesar muchas intimidades, aunque reconoció que cuando “escriba el libro de esta historia va a ser más grande que el libro gordo de Petete”.
“Luismi es un caballero, te hace sentir como una dama”, deslizó la vedette quien señaló que su verdadera vocación es ser una cantante pop “onda Madonna o Paulina Rubio” y que está en tratativas con una importante discográfica internacional para “grabar mi primer disco”.
En ese punto, la aventura no sería un disparate ya que Luciana ha demostrado en los espectáculos revisteriles donde participó que es muy buena cantante y tiene condiciones.
En ese contexto, Luis Miguel, cuando estuvieron juntos, y fueron en varias oportunidades, le enseñó diferentes “trucos vocales” para mejorar la respiración.
“Me enseño un ejercicio de juntar los labios y simular el sonido de una moto. Eso te sirve mucho para mejorar la respiración”, contó la Salazar quien dijo que el cantante mexicano es un “genio para los ejercicios con la boca”.
Finalmente, confesó que es muy “maníaca” con la limpieza, y que está “sola” y según pudo enterarse Asteriscos.Tv le encanta entrar de noche a salas de chat para conocer gente, por supuesto con falsas identidades. ¡A chatear se ha dicho!