Parece increíble pero es real. Más del 10% de las embarazadas consume cigarrillos en la Argentina, según una encuesta realizada por expertos del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos y otras instituciones científicas en nueve países en desarrollo.

Junto con Uruguay, donde el 18% de las embarazadas fuma, nuestro país mostró "una situación muy preocupante".

Así la definió Michele Bloch, doctorada en farmacología y líder de la investigación dentro del instituto, al ser entrevistada telefónicamente por Clarín. Consideró que los resultados deberían ser "una señal de alarma para la salud pública, ya que las ciudades argentinas y uruguayas se ubicaron en los peores lugares".

Fumar durante el embarazo deja secuelas tanto en la salud de las madres como en la de sus hijos. "Hace que los bebés tengan menos peso que lo esperado al nacer y aumenta la probabilidad de que sufran muerte súbita", recordó Bloch, basándose en evidencias de estudios anteriores.

Cuando son más grandes, "los hijos de madres fumadoras sufren más de neumonía, bronquitis, asma y otitis, diabetes, trastornos de aprendizaje y déficit de atención, y tienen más probabilidades de ser fumadores durante la adolescencia", afirmó.

La encuesta se hizo a 7.961 embarazadas con más de tres meses de gestación de la Argentina (en Rosario y Buenos Aires), Uruguay, Ecuador, Brasil, Guatemala, Zambia, República Democrática del Congo, India y Pakistán. Fue financiada por varios organismos federales de EE.UU. y la Fundación de Bill y Melinda Gates. Detrás de Uruguay y Argentina quedaron Brasil, donde fuma el 6,1%, Pakistán (3%), Ecuador y Guatemala (0,8%). En el resto, el índice fue cero. El estudio se publicará en la revista American Journal of Public Health y arrojó estos resultados sobre la situación argentina:

* El 10,3% de las embarazadas encuestadas estaba fumando.

* El 75,3 % de las embarazadas había fumado alguna vez.

* El 44,3% había sido una fumadora regular (significa que fumaba diariamente o había consumido más de 100 cigarrillos).

El grupo de investigadores, formado, entre otros, por Fernando Althabe, de Uruguay, y el argentino Eduardo Castilla, que trabaja en Río de Janeiro, también pre guntó por el ambiente que rodea a las embarazadas. Así, halló que el 55,3% vivía en una casa donde se permitía fumar. Una costumbre riesgosa: el humo del tabaco causa muerte súbita del bebé, según evidencias de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

Además, se encontró que el 31% estaba siempre o frecuentemente expuesta al humo del tabaco en espacios cerrados. En tanto, el 13,6% admitió que sus hijos menores de 5 años también estaban expuestos al humo.

Los investigadores, contó Bloch, esperaban encontrar niveles más bajos de consumo de tabaco en las mujeres de los países en desarrollo. "Tradicionalmente, las mujeres fumaban menos, pero los avisos publicitarios de las tabacaleras y la falta de normativas favorecieron el aumento del consumo femenino", señaló. Y agregó que, como aún persiste cierta estigmatización para la mujer que fuma, las cifras del consumo de tabaco en embarazadas podrían ser mayores.

En el trabajo, los científicos advirtieron que el alto consumo del tabaco y la exposición al humo "amenazan con impedir o revertir los esfuerzos que se están llevando a cabo para mejorar la salud materna e infantil".