Tras reunirse con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, la CGT planteó su rechazo a dos de las tres propuestas que dejaron los empresarios, al calificarlas de "poco serias".

El secretario de prensa de la central sindical, Juan Manuel Palacios, calificó de poco seria la posibilidad de regionalizar la suba del salario mínimo y de abonar una parte de la remuneración en especies.

En el encuentro de ayer, los empresarios expresaron que el alza debería estar en línea con el nivel de incremento que tuvieron los acuerdos sectoriales o de empresas este año -en torno del 19%, lo que llevaría el mínimo a 750 pesos-, y manifestaron que "para que pueda pagarse" el ajuste debería concretarse en forma escalonada, preferiblemente en tres cuotas.

Por último, pusieron énfasis en el hecho de que en algunas zonas existen mayores dificultades que en otras.

Antes de ingresar en la sede de la cartera laboral, en Alem 650, para participar de una reunión con Tomada y otros sindicalistas, el vocero de la CGT insistió en que el nuevo monto debería fijarse por encima de la línea de pobreza, lo que implica una cifra superior a los 860 pesos. Ese monto es el que reclama la CTA.

Palacios se negó a hablar de cifras, aunque destacó que "lo vamos a discutir en el Consejo. Nuestra aspiración es llegar al máximo posible".

Tras los encuentros por separado, la de ayer con las cámaras y la de hoy con los sindicatos, mañana será el momento de buscar consenso.

Tanto representantes del empresariado como gremialistas se reunirán mañana para intentar consensuar una propuesta de incremento del salario mínimo -hoy de $ 630-, que será votada pasado mañana en el plenario del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo.