El presidente Néstor Kirchner recibió a entidades de víctimas de la violencia, quienes le entregaron un pedido formal para realizar un plan de reducción de armas en la población civil.

El pedido tuvo un rápido eco por parte del jefe de Estado, quien destacó la necesidad "de conseguir una restricción" de la tenencia de armas, que según una estadística oficial suman alrededor de 1.700.000 en todo el país.

Kirchner instruyó al ministro del Interior, Anibal Fernández, a establecer junto a las asociaciones presentes un "programa de política integral para control de armas y la violencia". De esta reunión se estableció que a partir del próximo viernes se realizará entre las organizaciones que impulsan esta iniciativa una mesa de trabajo que analizará los proyectos y la instrumentación de un programa de desarme.

Esto se efectuará en el Ministerio del Interior, con la coordinación del jefe de la cartera política, Aníbal Fernández, y la asistencia de las ONG y asociaciones que impulsan este proyecto. Además, en el encuentro le entregaron al jefe de Estado una carta personal de apoyo a la iniciativa del padre de Alfredo Marcenac, el joven muerto por el asesino serial de Belgrano.

En el texto, el padre del joven baleado reclama que se reduzca la cantidad de armas en poder de la población civil y sostiene que "no debería necesitarse estadísticas de muertes violentas para que la vida de los ciudadanos sea resguardada".

Según un dato suministrado por la Asociación para las Políticas Públicas, en la Capital y Gran Buenos Aires "existe un arma cada ocho habitantes".

El presidente Kirchner, quien leyó el petitorio y la carta del padre de Marcenac, e instruyó inmediatamente a "trabajar urgente en el tema". Por las agrupaciones de víctimas participaron la Fundación Lebensohn, la Asociación Civil Madres del Dolor, Dante Piccioli, padre del joven baleado en el peaje de la Panamericana y las fundaciones Cambiar y Reciclarte.