Desde la Iglesia Católica se hizo este domingo un fuerte llamado a la paz en un mundo convulsionado por la guerra y la miseria.

El papa Benedicto XVI llamó, en el mensaje de Pascua, a buscar "soluciones que salvaguarden el bien y la paz" en las regiones del planeta atormentadas por conflictos, entre las que incluyó a Darfur, Somalia, Medio Oriente, Tierra Santa, Irak, Líbano y Tíbet.

La difícil situación en Tíbet volvió de ese modo a ser mencionada por el Pontífice luego del llamado lanzado el pasado miércoles al término de la audiencia general.

El Papa pronunció el mensaje pascual, seguido de la bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo), desde el sagrado de la Basílica de San Pedro del Vaticano en lugar que desde el balcón central, a causa de la incesante lluvia que caía en Roma.

Ante los miles de fieles congregados bajo una multitud de paraguas de todos los colores, el Papa auspició que "la fuerza renovadora del Misterio pascual se manifieste en cada uno de nosotros, en nuestras familias, en nuestras ciudades y en nuestras naciones: se manifieste en todas partes del mundo".

"Cómo no pensar en este momento, en particular, en algunas regiones africanas, como el Darfur y la Somalia, al atormentado Medio Oriente, y especialmente a Tierra Santa, a Irak, al Líbano, y por último en el Tíbet, regiones para las que aliento la búsqueda de soluciones que salvaguarden el bien y la paz", añadió Benedicto XVI.