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El rol de la TV y el fútbol el día que llegó la dictadura
A 32 años del golpe, el recuerdo de aquel 24 de marzo en que el fútbol y la televisión sirvieron como factor de distracción ante la monotonía de la Cadena Nacional
22 de marzo de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco
Una televisión ya estatizada fue el 24 de marzo de 1976 el medio idóneo para que los golpistas de la Dictadura Militar pudieran hacer llegar sus mensajes unilaterales y que imponían básicamente la perdida de todos los derechos constitucionales, que hoy tanto se disfrutan.
Desde las 0:10 de ese día, se instaló en los cuatro canales de aire la imagen típica para estos casos: el escudo nacional y la marcha militar, sólo interrumpida por el nuevo locutor oficial y los fatídicos “Comunicado número.. ”.
Lejos de estos tiempos de múltiples formas de comunicación, con infinidad de canales de cable y señales extranjeras que nos permiten ver la realidad tal cual es, en aquellos momentos, la única forma de acceder a esa verdad era por las ondas misteriosas de Radio Colonia.
Sin embargo, la transmisión tuvo a las 15.30 de ese miércoles 24 un corte abrupto. La Junta Militar decidió que Canal 13 pudiera emitir el partido de la selección nacional de fútbol ante Polonia, que se disputaba en la ciudad de Chorzow, en Europa Oriental.
El equipo que dirigía César Luis Menotti realizaba su primera gira europea, y tras ganar a Unión Soviética jugó con los polacos, terceros en el último mundial.
Hoy, a más de tres décadas de este evento se visualiza que ese “gesto” del gobierno de facto no fue más que una muestra del diseño del plan de gobierno que tenía al fútbol y al Mundial de 1978 como objetivos de la propaganda para su política.
Argentina ganó ese día 2 a 1, en una victoria histórica que no alcanzó para que la sexta edición de La Razón de ese día pudiera quitar de su encabezado el título de “La Junta Militar asumió el poder”.
La televisión estuvo silenciada por casi siete años, pero con al llegada de la Democracia hace un cuarto de siglo las señales volvieron a respirar aires de libertad y de propuestas más renovadoras.
Por entonces, el único canal privado era el 9 bajo la conducción de Alejandro Romay, el resto pasó a ser arma de trabajo del gobierno alfonsinista y no recuperaron la calidad de empresas privadas, con las cuales nacieron en los sesenta y que en 1974, a punta de pistola, fueron “nacionalizadas” por el gobierno peronista.
En ese marco, el 24 de marzo de 1984, en Canal 13, dentro de un ciclo de unitarios que emitía esa señal, se estrenó uno que proponía en el contexto de ese presente un nuevo golpe de Estado.
La ficción tuvo tal realismo, con escenas de tomas de radio, secuestros, tanques en la calle, que fue uno de los programas de mayor rating de ese año. En ese momento la TV cumplió un rol muy activo en el cuidado de la memoria.
Tal vez, el otro momento emblemático de la televisión nacional un 24 de marzo, fue cuando por Canal 9, en 1986, desde Los Angeles, Norma Aleandro anunciaba extasiada que “La historia Oficial” era la ganadora al Oscar de la Academia de Hollywood como mejor película extranjera.
En el estudio del canal de Palermo, el periodista Domingo Di Nubila, exultante por el primer Oscar del cine argentino, intentaba sacarl alguna frase de festejo al ya veterano actor Guillermo Battaglia, quien trabajó en ese film.
El recordado actor, con signos de un avanzado Alzheimer, sólo se proponía hilvanar ideas para “vender sus talleres de teatro” y presentar “a toda costa” una docente que lo acompañaba en el piso. Vamos al corte.
Una televisión ya estatizada fue el 24 de marzo de 1976 el medio idóneo para que los golpistas de la Dictadura Militar pudieran hacer llegar sus mensajes unilaterales y que imponían básicamente la perdida de todos los derechos constitucionales, que hoy tanto se disfrutan.
Desde las 0:10 de ese día, se instaló en los cuatro canales de aire la imagen típica para estos casos: el escudo nacional y la marcha militar, sólo interrumpida por el nuevo locutor oficial y los fatídicos “Comunicado número.. ”.
Lejos de estos tiempos de múltiples formas de comunicación, con infinidad de canales de cable y señales extranjeras que nos permiten ver la realidad tal cual es, en aquellos momentos, la única forma de acceder a esa verdad era por las ondas misteriosas de Radio Colonia.
Sin embargo, la transmisión tuvo a las 15.30 de ese miércoles 24 un corte abrupto. La Junta Militar decidió que Canal 13 pudiera emitir el partido de la selección nacional de fútbol ante Polonia, que se disputaba en la ciudad de Chorzow, en Europa Oriental.
El equipo que dirigía César Luis Menotti realizaba su primera gira europea, y tras ganar a Unión Soviética jugó con los polacos, terceros en el último mundial.
Hoy, a más de tres décadas de este evento se visualiza que ese “gesto” del gobierno de facto no fue más que una muestra del diseño del plan de gobierno que tenía al fútbol y al Mundial de 1978 como objetivos de la propaganda para su política.
Argentina ganó ese día 2 a 1, en una victoria histórica que no alcanzó para que la sexta edición de La Razón de ese día pudiera quitar de su encabezado el título de “La Junta Militar asumió el poder”.
La televisión estuvo silenciada por casi siete años, pero con al llegada de la Democracia hace un cuarto de siglo las señales volvieron a respirar aires de libertad y de propuestas más renovadoras.
Por entonces, el único canal privado era el 9 bajo la conducción de Alejandro Romay, el resto pasó a ser arma de trabajo del gobierno alfonsinista y no recuperaron la calidad de empresas privadas, con las cuales nacieron en los sesenta y que en 1974, a punta de pistola, fueron “nacionalizadas” por el gobierno peronista.
En ese marco, el 24 de marzo de 1984, en Canal 13, dentro de un ciclo de unitarios que emitía esa señal, se estrenó uno que proponía en el contexto de ese presente un nuevo golpe de Estado.
La ficción tuvo tal realismo, con escenas de tomas de radio, secuestros, tanques en la calle, que fue uno de los programas de mayor rating de ese año. En ese momento la TV cumplió un rol muy activo en el cuidado de la memoria.
Tal vez, el otro momento emblemático de la televisión nacional un 24 de marzo, fue cuando por Canal 9, en 1986, desde Los Angeles, Norma Aleandro anunciaba extasiada que “La historia Oficial” era la ganadora al Oscar de la Academia de Hollywood como mejor película extranjera.
En el estudio del canal de Palermo, el periodista Domingo Di Nubila, exultante por el primer Oscar del cine argentino, intentaba sacarl alguna frase de festejo al ya veterano actor Guillermo Battaglia, quien trabajó en ese film.
El recordado actor, con signos de un avanzado Alzheimer, sólo se proponía hilvanar ideas para “vender sus talleres de teatro” y presentar “a toda costa” una docente que lo acompañaba en el piso. Vamos al corte.