Hoy, es la última despedida del genial umorista Jorge Guinzburg. Ayer, el cómico nos dejó, afectado por una grave afección pulmonar. El mundo dele spectáculo y sus seguidores, de luto.

Por decisión de su familia, sus restos no serán velados y dirctamente serán inhumados en el cementerio judío de La Tablada.

La muerte del genial humorista y periodista enlutó al ambiente artístico y a sus seguidores apenas se conoció la noticia, ayer a la mañana. Tenía 59 años y estaba internado con diagnóstico de infección pulmonar. Allí lo acompañaban su mujer, Andrea Stivel, y sus dos hijos: Sasha, de 19, e Ian, de 17.

El 2007 lo castigó duro . Tuvo una neumonía y un "derrame pleural" que lo alejaron de la pantalla. "Fue un año difícil, con dos meses en los que me agitaba con sólo vestirme. Uno de los peores días fue el 9 de julio: yo acostado, el médico al lado y la nieve a través de la ventana. La gente armaba muñecos y yo estaba hecho bolsa", contó.

Cuando tuvo que explicar su enfermedad, en una entrevista contó: "Es consecuencia de un tema histórico, mi viejo problema bronquial. Un resabio de mi infancia que cada tanto, me juega una mala pasada. Y este año (2007) me afectó más que de costumbre".

Esta mañana todos le darán su último adiós, un adiós inesperado. Nadie imaginaba que Jorge Guinzburg iba a perder esta dura batalla que enfrentaba desde hace un año. Y hasta último momento, le peleó a su enfermedad: "Soy un luchador en todo, no soy de rendirme", había dicho.