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Inseguridad: Scioli avanza con el proyecto de "flagrancia"
El tema fue el eje de un encuentro entre comerciantes y el ministro de Justicia bonaerense para analizar la reforma del Código Procesal Penal. Detalles
28 de febrero de 2008
Una delegación de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires encabezada por su titular, Raúl Lamacchia, se reunió con el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal.
Se mostraron muy conformes al término de la misma por el tratamiento de los temas y la posición del ministro, que mostró conocimiento e idoneidad plena respecto a la problemática de la justicia y su relación con el delito, la delincuencia y sus consecuencias.
La Reforma del Código Procesal Penal fue un tema central en la audiencia realizada, el cual se encuentra en tratamiento legislativo, ya que los dirigentes empresarios le manifestaron que "la gente siente que hoy tienen más garantías los delincuentes que los ciudadanos; que ello no es una cuestión ideológica como se presenta equivocadamente muchas veces, sino el responder adecuadamente a la realidad de una sociedad que necesita rescatar la escala de valores en base a la moral, la ética, la libertad ejercida con responsabilidad y el derecho que termina donde empieza el derecho de los demás".
El ministro puso en conocimiento la esencia de esta Reforma, que es el poner en marcha el Sistema de Flagrancia, que hoy no existe, por lo que se suscita lo que dice la gente: “El delincuente entra por una puerta y sale por la otra”.
Con este nuevo sistema, cuando a un delincuente se lo apresa con “las manos en la masa” o sea “in franganti”, se establece un nuevo proceso “sumarísimo”, que a lo sumo en 60 días se tiene la sentencia por culpable o inocente, con asistencia de la víctima y todas las partes involucradas, teniendo que actuar con celeridad el fiscal interviniente, el juez de garantías y el abogado defensor.
Con ello se considera que el 70% de las causas hoy sin resolver tendrían sentencia definitiva, teniendo disponibilidad los fiscales para investigar adecuadamente el resto de las causas de mayor complejidad y que hoy no se pueden atender como corresponde. Ello daría celeridad a la justicia y evitaría en gran parte la reincidencia por estar en libertad los delincuentes.
También el Ministro trazó un panorama detallado respecto al aumento de los delitos en las ciudades con carceles por las “visitas” en dichos lugares.
Como ejemplo: Junin tiene un 60% de internos del Gran Bs. As.; el 70% de los presos de las cárceles bonaerenses tienen entre 18 y 25 años; el 75% sin estudios; el 80% sin profesión ni oficio, por lo que parte del problema de inseguridad se inicia en el proceso de exclusión social que se profundizó en la década del ’90, lo que no es justificar, sino conocer una realidad para modificarla, ya que cuando a un liberado se lo inserta en la sociedad con un oficio o titulo educativo, desaparece la reincidencia delictiva.
Por ello, se trato también de reforzar el CONVENIO DE FEBA CON EL SERVICIO PENITENCIARIO, para la implementación de un proceso de capacitación, calificación en lo aprendido, evaluación de conocimientos y una Certificación de Estudios a los reclusos, tomando el MODELO de otros países.
Entre los ejemplos se mencionó Escocia, con participación de las Organizaciones de Trabajadores y Empresarios (como FEBA), garantizando una salida laboral a los reclusos que obtuvieran dicha Certificación.
A tal fin se estableció un Acuerdo para el armado de un proyecto sobre educación para internos, con comités de trabajo conjunto en las localidades donde haya cárceles integrado por cámaras empresarias, trabajadores y el servicio penitenciario, para coordinar acciones y puesta en marcha del proyecto mencionado.
Se mostraron muy conformes al término de la misma por el tratamiento de los temas y la posición del ministro, que mostró conocimiento e idoneidad plena respecto a la problemática de la justicia y su relación con el delito, la delincuencia y sus consecuencias.
La Reforma del Código Procesal Penal fue un tema central en la audiencia realizada, el cual se encuentra en tratamiento legislativo, ya que los dirigentes empresarios le manifestaron que "la gente siente que hoy tienen más garantías los delincuentes que los ciudadanos; que ello no es una cuestión ideológica como se presenta equivocadamente muchas veces, sino el responder adecuadamente a la realidad de una sociedad que necesita rescatar la escala de valores en base a la moral, la ética, la libertad ejercida con responsabilidad y el derecho que termina donde empieza el derecho de los demás".
El ministro puso en conocimiento la esencia de esta Reforma, que es el poner en marcha el Sistema de Flagrancia, que hoy no existe, por lo que se suscita lo que dice la gente: “El delincuente entra por una puerta y sale por la otra”.
Con este nuevo sistema, cuando a un delincuente se lo apresa con “las manos en la masa” o sea “in franganti”, se establece un nuevo proceso “sumarísimo”, que a lo sumo en 60 días se tiene la sentencia por culpable o inocente, con asistencia de la víctima y todas las partes involucradas, teniendo que actuar con celeridad el fiscal interviniente, el juez de garantías y el abogado defensor.
Con ello se considera que el 70% de las causas hoy sin resolver tendrían sentencia definitiva, teniendo disponibilidad los fiscales para investigar adecuadamente el resto de las causas de mayor complejidad y que hoy no se pueden atender como corresponde. Ello daría celeridad a la justicia y evitaría en gran parte la reincidencia por estar en libertad los delincuentes.
También el Ministro trazó un panorama detallado respecto al aumento de los delitos en las ciudades con carceles por las “visitas” en dichos lugares.
Como ejemplo: Junin tiene un 60% de internos del Gran Bs. As.; el 70% de los presos de las cárceles bonaerenses tienen entre 18 y 25 años; el 75% sin estudios; el 80% sin profesión ni oficio, por lo que parte del problema de inseguridad se inicia en el proceso de exclusión social que se profundizó en la década del ’90, lo que no es justificar, sino conocer una realidad para modificarla, ya que cuando a un liberado se lo inserta en la sociedad con un oficio o titulo educativo, desaparece la reincidencia delictiva.
Por ello, se trato también de reforzar el CONVENIO DE FEBA CON EL SERVICIO PENITENCIARIO, para la implementación de un proceso de capacitación, calificación en lo aprendido, evaluación de conocimientos y una Certificación de Estudios a los reclusos, tomando el MODELO de otros países.
Entre los ejemplos se mencionó Escocia, con participación de las Organizaciones de Trabajadores y Empresarios (como FEBA), garantizando una salida laboral a los reclusos que obtuvieran dicha Certificación.
A tal fin se estableció un Acuerdo para el armado de un proyecto sobre educación para internos, con comités de trabajo conjunto en las localidades donde haya cárceles integrado por cámaras empresarias, trabajadores y el servicio penitenciario, para coordinar acciones y puesta en marcha del proyecto mencionado.