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Rodríguez Zapatero y Rajoy se sacaron chispas por TV
En un intenso cruce televisivo, el candidato socialista, Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, debatieron de cara a las elecciones del 9 de marzo
25 de febrero de 2008
En un intenso cruce televisivo, el presidente del Gobierno español y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, abrieron su esperado debate electoral, en vista a las elecciones del próximo 9 de marzo.
El “cara a cara” comenzó a las 22 horas de Madrid (19 de la Argentina), en donde la primera intervención general fue de Rajoy, tal y como se acordó por sorteo, y en donde el líder del conservador Partido Popular (PP), comenzó duramente su discurso y declaró que en estas elecciones "hay que elegir entre seguir dando bandazos o un cambio de rumbo".
Los puntos del debate. Cinco grandes ejes rodearon el primer debate de los dos: la economía local, la inmigración, la política exterior y el terrorismo mundial y la política institucional y el futuro de España.
”El aumento del paro y de los precios, los problemas de la vivienda y la seguridad ciudadana son algunas de las cuestiones que demuestran que las cosas no van bien”, fustigó Rajoy al comienzo.
La economía. "¿A ustedes qué les parece? ¿Estamos mejor que hace cuatro años?”, Rajoy se pregunta y se vuelve a cuestionar: “¿Cómo se puede decir que España está bien cuando han subido los precios, las hipotecas, el desempleo y hay muchos españoles que tienen dificultades para llegar a fin de mes?”.
Y a continuación enarboló su propia respuesta: "Yo voy a proponerles un camino y la decisión es de ustedes", concluye en su primera intervención, leída casi en su totalidad.
Zapatero, contestó que lleva adelante un proyecto que necesita cuatro años más y asegura que las elecciones del 9 de marzo suponen elegir entre "diálogo o confrontación, entre quienes buscamos soluciones o quienes fabrican problemas".
Ambos líderes acapararon la atención de millones de ciudadanos durante la hora y 45 minutos que compartieron en el estudio creado especialmente para la ocasión en el Palacio de Congreso del recinto ferial de Madrid, situado a las afueras de la capital española.
No hay un euro. El candidato del Partido Popular recurrió a cifras y gráficos impresos en papel para apoyar sus acusaciones contra el Gobierno. "Hoy hay un problema de liquidez, nadie da un euro. Necesitamos financiación exterior para mantener el crecimiento y esa financiación es muy difícil de conseguir", afirmó.
La réplica de Zapatero no se hizo esperar: “El jefe del Ejecutivo recuerda cómo recibió el país de manos del PP. Cuando Rajoy era ministro, añade, congeló los sueldos a los empleados públicos. Además, Zapatero alude al elevado precio del petróleo para explicar la actual coyuntura económica.
Tras una breve réplica de Rajoy, el aspirante socialista añadió: "La desaceleración no va a ser profunda ni prolongada. Y nuestro país está mejor preparado que nadie".
Zapatero comparó sus planes frente a la crisis económica con los propuestos por la Administración Bush y Rajoy no pierde la oportunidad. "Nunca creí que el señor Zapatero pusiera de ejemplo al señor Bush", ironiza.
"Me retó a crecer al 3% y hemos crecido al 3,7%", afirmó el presidente del Gobierno en el cierre del primer bloque temático. Las políticas sociales tomarán el relevo a continuación.
Inmigración. El presidente del PP habló de inmigración y acusó a su adversario de haber provocado "un efecto llamada que se oyó en todo el mundo".
El cabeza de lista del PSOE por Madrid no recogió el guante sobre la inmigración. Aprovechó para hacer un balance de los últimos cuatro años: educación, dependencia, vivienda —"ustedes, ni un euro a los jóvenes para el alquiler"—, familia... Según Zapatero, la distancia entre los dos grandes partidos en materia social es "infinita".
"Ya veo que usted no tiene ningún interés en hablar de inmigración, pero yo sí y la gente también", respondió Rajoy: “España es un colador frente a la ola de inmigrantes. Es el segundo país en el mundo, después de Estados Unidos, en recibir ilegales”.
Cuando finalmente decide abordar el capítulo de la inmigración, Zapatero acusó a su oponente de no haber gastado "un duro" para la inmigración y recuerda que el PP hizo cinco regularizaciones —tres de ellas mientras Rajoy era ministro— y, aun así, cuando el PSOE llegó al poder se encontró con más de un millón de inmigrantes irregulares. El candidato a la reelección afirma que durante el mandato de Aznar bastaba con un ´bonobús´ para obtener "los papeles".
Terrorismo. Al comienzo del tema política exterior y seguridad, Rajoy se centra en el tema que ha servido de base para gran parte de la crispación política desde 2004: el terrorismo. Según él, la política del Gobierno ha sido "una muestra de imprudencia".
Zapatero recurrió a la balanza. Recuerdó las más de 200 víctimas por terrorismo en España durante el Gobierno de Aznar y lamenta no haber podido evitar los cuatro muertos en el atentado de ETA en la T-4 de Barajas.
Rajoy acusó a Zapatero de oportunismo politico respecto a ETA y le recordó que cuando estaba en la oposición siempre apoyó a Aznar, incluso cuando éste llamó "movimiento de liberación vasco" al grupo terrorista. "Su Gobierno ha sido el primero en negociar con una organización terrorista. Ha mentido, ha engañado y ha faltado a la verdad. Ya me hubiera gustado a mí poder apoyarle, pero me engañó", proclamó el líder del PP mientras se escuchaban de fondo las negaciones de su rival.
El presidente del Gobierno español le retrucó: “Le recuerdo que cuando ustedes estaban en el poder, acusaron a la ETA del más grave atentado que ha sufrido España, el 11-M”.
Las encuestas. Por ahora, la distancia entre los dos grandes partidos españoles oscila entre 1,5 y 3,5 puntos, según los últimos sondeos.
El “cara a cara” comenzó a las 22 horas de Madrid (19 de la Argentina), en donde la primera intervención general fue de Rajoy, tal y como se acordó por sorteo, y en donde el líder del conservador Partido Popular (PP), comenzó duramente su discurso y declaró que en estas elecciones "hay que elegir entre seguir dando bandazos o un cambio de rumbo".
Los puntos del debate. Cinco grandes ejes rodearon el primer debate de los dos: la economía local, la inmigración, la política exterior y el terrorismo mundial y la política institucional y el futuro de España.
”El aumento del paro y de los precios, los problemas de la vivienda y la seguridad ciudadana son algunas de las cuestiones que demuestran que las cosas no van bien”, fustigó Rajoy al comienzo.
La economía. "¿A ustedes qué les parece? ¿Estamos mejor que hace cuatro años?”, Rajoy se pregunta y se vuelve a cuestionar: “¿Cómo se puede decir que España está bien cuando han subido los precios, las hipotecas, el desempleo y hay muchos españoles que tienen dificultades para llegar a fin de mes?”.
Y a continuación enarboló su propia respuesta: "Yo voy a proponerles un camino y la decisión es de ustedes", concluye en su primera intervención, leída casi en su totalidad.
Zapatero, contestó que lleva adelante un proyecto que necesita cuatro años más y asegura que las elecciones del 9 de marzo suponen elegir entre "diálogo o confrontación, entre quienes buscamos soluciones o quienes fabrican problemas".
Ambos líderes acapararon la atención de millones de ciudadanos durante la hora y 45 minutos que compartieron en el estudio creado especialmente para la ocasión en el Palacio de Congreso del recinto ferial de Madrid, situado a las afueras de la capital española.
No hay un euro. El candidato del Partido Popular recurrió a cifras y gráficos impresos en papel para apoyar sus acusaciones contra el Gobierno. "Hoy hay un problema de liquidez, nadie da un euro. Necesitamos financiación exterior para mantener el crecimiento y esa financiación es muy difícil de conseguir", afirmó.
La réplica de Zapatero no se hizo esperar: “El jefe del Ejecutivo recuerda cómo recibió el país de manos del PP. Cuando Rajoy era ministro, añade, congeló los sueldos a los empleados públicos. Además, Zapatero alude al elevado precio del petróleo para explicar la actual coyuntura económica.
Tras una breve réplica de Rajoy, el aspirante socialista añadió: "La desaceleración no va a ser profunda ni prolongada. Y nuestro país está mejor preparado que nadie".
Zapatero comparó sus planes frente a la crisis económica con los propuestos por la Administración Bush y Rajoy no pierde la oportunidad. "Nunca creí que el señor Zapatero pusiera de ejemplo al señor Bush", ironiza.
"Me retó a crecer al 3% y hemos crecido al 3,7%", afirmó el presidente del Gobierno en el cierre del primer bloque temático. Las políticas sociales tomarán el relevo a continuación.
Inmigración. El presidente del PP habló de inmigración y acusó a su adversario de haber provocado "un efecto llamada que se oyó en todo el mundo".
El cabeza de lista del PSOE por Madrid no recogió el guante sobre la inmigración. Aprovechó para hacer un balance de los últimos cuatro años: educación, dependencia, vivienda —"ustedes, ni un euro a los jóvenes para el alquiler"—, familia... Según Zapatero, la distancia entre los dos grandes partidos en materia social es "infinita".
"Ya veo que usted no tiene ningún interés en hablar de inmigración, pero yo sí y la gente también", respondió Rajoy: “España es un colador frente a la ola de inmigrantes. Es el segundo país en el mundo, después de Estados Unidos, en recibir ilegales”.
Cuando finalmente decide abordar el capítulo de la inmigración, Zapatero acusó a su oponente de no haber gastado "un duro" para la inmigración y recuerda que el PP hizo cinco regularizaciones —tres de ellas mientras Rajoy era ministro— y, aun así, cuando el PSOE llegó al poder se encontró con más de un millón de inmigrantes irregulares. El candidato a la reelección afirma que durante el mandato de Aznar bastaba con un ´bonobús´ para obtener "los papeles".
Terrorismo. Al comienzo del tema política exterior y seguridad, Rajoy se centra en el tema que ha servido de base para gran parte de la crispación política desde 2004: el terrorismo. Según él, la política del Gobierno ha sido "una muestra de imprudencia".
Zapatero recurrió a la balanza. Recuerdó las más de 200 víctimas por terrorismo en España durante el Gobierno de Aznar y lamenta no haber podido evitar los cuatro muertos en el atentado de ETA en la T-4 de Barajas.
Rajoy acusó a Zapatero de oportunismo politico respecto a ETA y le recordó que cuando estaba en la oposición siempre apoyó a Aznar, incluso cuando éste llamó "movimiento de liberación vasco" al grupo terrorista. "Su Gobierno ha sido el primero en negociar con una organización terrorista. Ha mentido, ha engañado y ha faltado a la verdad. Ya me hubiera gustado a mí poder apoyarle, pero me engañó", proclamó el líder del PP mientras se escuchaban de fondo las negaciones de su rival.
El presidente del Gobierno español le retrucó: “Le recuerdo que cuando ustedes estaban en el poder, acusaron a la ETA del más grave atentado que ha sufrido España, el 11-M”.
Las encuestas. Por ahora, la distancia entre los dos grandes partidos españoles oscila entre 1,5 y 3,5 puntos, según los últimos sondeos.