David Nalbandian se impuso sobre José Acasuso por 3-6, 7-6 y 6-4 en la final del ATP de Buenos Aires y se consagró por primera vez ganador del torneo que se juega en el polvo de ladrillo del Lawn Tennis y reparte 466 dólares en premios.

El unquillense no arrancó bien el encuentro, pero dio vuelta la historia en el tie break del segundo set y a partir de ese momento mostró lo mejor para quedarse con el título.

"Estoy feliz porque ganar en casa siempre es lindo, es la primera vez que lo logro. Chucho (Acasuso) arrancó mejor pero lo pude levantar", confesó Nalbandian apenas terminada la final.

"Estoy feliz porque ganar en casa siempre es lindo, es la primera vez que lo logro. Chucho (Acasuso) arrancó mejor pero lo pude levantar", confesó Nalbandian apenas terminada la final.

Por segunda vez consecutiva un argentino se impuso en el certamen porteño, ya que el año anterior fue el tandilense Juan Mónaco el que se quedó con el ATP porteño.

Con este triunfo, Nalbandian sumó so octavo título en el circuito y volverá a ser top-ten a partir de mañana en el ranking ATP, ya que pasará del onceavo al octavo lugar.

El Buenos Aires Lawn Tennis estuvo colmado con 6.000 personas que se dividieron en el favoritismo para uno y otro jugador, aunque la preferencia del público estuvo más cerca del misionero que del cordobés, a la postre, el ganador.

El partido estaba planteado como un duelo de estilos, en algún sentido, pese a que ambos son jugadores que le pegan duro a la pelota desde el fondo de la cancha, el unquillense tiene algunas variantes más a la hora de cambiar el ritmo, que el de Posadas.

Sin embargo, el "Chucho" comenzó más concentrado y con golpes precisos -mucho slice-, supo tener a raya al cordobés y ponerse 2-0, pero el actual once del mundo no se quedó quieto y tras quebrar el saque de su oponente se pudo 2-2.

El siempre trascendente séptimo game fue esta vez para Acasuso, que quebró a Nalbandian para ponerse 4-3 y luego con su saque estiró ventajas 5-3, para volver a vulnerar el servicio del cordobés y llevarse el primer parcial por 6-3.

El público se mostró favorito por Acasuso, pese a que en el segundo parcial el misionero arrancó algo lento para meterse en el partido y Nalbandian le sacó una buena luz de ventaja para colocarse 5-2.

Muy errático, el misionero no podía encontrarle el ritmo al partido y Nalbandian sabía de esa situación, por lo que apeló a su técnica para encaminarse a un triunfo tranquilo. Aunque eso era lo que él pensaba.

Lo que sucedió luego le agregó algo más intensidad al partido, porque Acasuso remontó el marcador e igualó las acciones en cinco, porque le quebró el servicio a Nalbandian cuando iba abajo en el marcador (5-4).

Todo se estiró aún más al tie-break, en el que Acasuso se adelantó rápidamente para quedar 3-1, pero luego no mantuvo el ritmo y permitió que Nalbandian se recupere y gane cinco puntos seguidos, para encaminarse a la victoria del segundo parcial 7-5.

En la última manga el panorama fue bastante similar a lo ocurrido con anterioridad, porque todo estaba muy parejo, con mucho juego de base y algún que otro "toque" de Nalbandian, ya que Acasuso no estuvo fino para los drops.

El marcador estuvo parejo hasta el 3-3, pero luego Nalbandian quebró el servicio de Acasuso, para adelantarse en el marcador y ponerse 5-3 para luego mantener su saque y quedarse con el título en el 6-4 final.

Nalbandian se abrazó con los suyos, recibió el reconocimiento del público y agradeció a cada uno de los que lo ayudaron a conseguir por primera vez la coronación en casa.

Acasuso vio escurrirse un nuevo título de los manos en Buenos Aires, pero con otro tipo de sabor al que sintió en el 2001 cuando perdió con "Guga" Kuerten.