La Subsecretaría de Coordinación Operativa de la Cancillería investiga si existen irregularidades en la tramitación de visas para ciudadanos chinos a raíz de denuncias de pedido de coimas y el incremento de viajeros de ese origen al país.

La Cancillería argentina inició la investigación a finales del año pasado luego de recibir varias denuncias anónimas de personas que aseguraban que funcionarios argentinos en China le habían pedido coimas para la entrega de las visas.

Fuentes de esa dependencia informaron hoy que la Cancillería dispuso en diciembre pasado una "investigación sumaria" y aseguraron que la mayoría de esas denuncias provienen de ciudadanos a los que les había sido rechazado el visado.

En este contexto, se indicó que el director de Sumarios, Alejandro Michutín Nogues, viajó a Beijing el 7 de diciembre para recabar información y tomar "declaración a los diplomáticos y funcionarios argentinos asignados" en ese país.

Ingresos. Los datos oficiales indican que por mes ingresan a la Argentina 8000 chinos desde hace tres años. Lo que se busca determinar es cuántos ciudadanos de ese país se radican en la Argentina de manera definitiva cuando los visados que se otorgan son de turistas.

"Las denuncias por presuntas irregularidades en la tramitación de visas para ciudadanos chinos es un problema que viene desde hace varios años en Argentina", advirtieron las fuentes.

De hecho, desde 1994 trabajan en la Embajada argentina en China dos peritos calígrafos de la Gendarmería Nacional para evitar falsificaciones en los permisos.

En 1998, la Justicia desbarató una banda de argentinos y chinos dedicada a los ingresos ilegales, mientras que en 2005, la Gendarmería detuvo en el norte del país a miembros de una red que se dedicaba a ingresar chinos ilegalmente desde Bolivia.