El Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) paró las seis terminales del puerto de Buenos Aires y se movilizó frente a la sede del Ministerio de Trabajo. Los trabajadores exigen un aumento salarial y una jornada laboral de 6 horas, que se cumple en todo el país pero no en puerto porteño.

Los trabajadores se movilizaron desde el puerto hacia Alem 650, donde se encuentra la cartera laboral, para luego culminar frente al Congreso. El gremio reclama el cese de la política desarrollada por el ministro Carlos Tomada, a quien acusan de poseer intereses que lo unen con la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FEPIMRA), de la cual los estibadores no participan y a la que califican de "minoritaria pero con conexiones políticas".

El Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) demanda el 4% del Programa de Propiedad Participada (PPP) que nunca recibió desde la privatización en los años '90. Además, exige una jornada laboral de 6 horas, que se cumple en el país, pero no en Puerto Buenos Aires. La medida de fuerza convocó a cientos de estibadores.

"Pedimos que Tomada cese de emitir resoluciones que benefician a gremios de segundo grado o de oficio, y que se investigue su accionar en el puerto", denunció el titular del SUPA, Juan Corvalán. Y también acusó: "La FEPIMRA está logrando que la carga y descarga de los contenedores se hagan fuera del puerto, lo cual es un atropello porque precariza las condiciones de trabajo y viola nuestros derechos".

El dirigente, quien preside la estratégica Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA) con 80mil trabajadores distribuidos en 62 puertos nacionales y provinciales, amenazó con no dejar entrar ni salir ningún contenedor por tiempo indeterminado "si las plazoletas fiscales en la zona portuaria no se sientan a negociar con el SUPA". En el caso de que esto no ocurra, Corvalán disparó que "la próxima acción será un paro nacional".