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Perpetua para el hombre que asesinó a su esposa y la enterró bajo la cama
La sentencia por "homicidio agravado por el vínculo" fue dictada por el Tribunal en lo Criminal de La Matanza. Calificaron al crimen de "macabro" y "espeluznante"
26 de noviembre de 2007
Mario Frieiro fue condenado a prisión perpetua por el "homicidio agravado por el vínculo" de su mujer María Ángela de Luca.
El fiscal de juicio, Ariel Panzzoni, al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza, había solicitado reclusión perpetua.
El veredicto se dio a conocer en el edificio judicial ubicado en calle Entre Ríos 2795 de San Justo. El Tribunal consideró a Mario Frieiro como el “autor penalmente responsable del hecho”.
El Tribunal calificó como "macabro" y "espeluznante" el crimen cometido por el asesino, quien estranguló a su esposa y luego la enterró debajo de la cama matrimonial.
Además, los jueces Franco Fiumara, Jorge Multedo y Gerardo Gayol, si bien reconocieron que María Angela De Luca era infiel y lo agredió con una sartén con aceite caliente antes del asesinato, rechazaron el planteo de la defensa de atenuarle la pena por emoción violenta.
"La agresora solía ser la hoy víctima, pero nada justifica la muerte de un ser humano", dijeron los jueces en su sentencia.
El asesinato ocurrió en 1998 en González Catán, pero fue descubierto siete años después cuando uno de los hijos del matrimonio se quebró y delató a su padre.
Antes de los alegatos, el acusado decidió hablar por primera vez desde que se descubrió el caso y dio su versión de los hechos, en la que aseguró tener una "laguna" en la memoria y no recordar si él mató a su mujer.
Frente a los jueces Franco Fiumara, Gerardo Gayol y Jorge Multedo, Frieiro explicó que su relación con De Luca estaba quebrada porque la mujer había abandonado el hogar para irse con un amante, al que identificó como Ricardo, "el fotógrafo".
"Yo la quería, por eso quería que vuelva y la perdonaba siempre. Pero era imposible la convivencia. Pelea tras pelea..., pelea tras pelea... Estaba enamorado, quería que vuelva", comentó.
Respecto del día del hecho, recordó que De Luca llegó a la casa de Juan B. Bustos 6004 de González Catán mientras él preparaba la comida, y que el único de los hijos que estaba era Pablo, el menor, porque Mario estaba en la casa de su madre.
"Me puse a preparar algo para comer, viene ella, ya de noche, lloviznaba. Yo estaba con el Pablito. Le digo ¿dónde estabas?, (me contestó) 'qué te importa' y me empezó a revolear con todo", dijo.
"Yo había preparado la comida para los tres. Me tiró con la sartén que todavía tenía aceite caliente. Me quemé. En un momento me encontré en medio de la discusión", comentó.
Luego, Frieiro pronunció una semi confesión: "Si me dicen le pegaste un tiro, no sé; si la apuñalaste, no sé; si murió del corazón, no sé; si la ahorqué, no sé".
"Salí afuera, me quedé sin un cigarrillo. Vuelvo a entrar, ella estaba en el suelo. Estuve un tiempo largo tratando (de reanimarla). (Soy) Mario, hablame; Mario, hablame", continuó.
"Pasaron como tres o cuatro horas. Estaba muerta, dura y blanca como un papel", describió Frieiro.
El fiscal de juicio, Ariel Panzzoni, al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza, había solicitado reclusión perpetua.
El veredicto se dio a conocer en el edificio judicial ubicado en calle Entre Ríos 2795 de San Justo. El Tribunal consideró a Mario Frieiro como el “autor penalmente responsable del hecho”.
El Tribunal calificó como "macabro" y "espeluznante" el crimen cometido por el asesino, quien estranguló a su esposa y luego la enterró debajo de la cama matrimonial.
Además, los jueces Franco Fiumara, Jorge Multedo y Gerardo Gayol, si bien reconocieron que María Angela De Luca era infiel y lo agredió con una sartén con aceite caliente antes del asesinato, rechazaron el planteo de la defensa de atenuarle la pena por emoción violenta.
"La agresora solía ser la hoy víctima, pero nada justifica la muerte de un ser humano", dijeron los jueces en su sentencia.
El asesinato ocurrió en 1998 en González Catán, pero fue descubierto siete años después cuando uno de los hijos del matrimonio se quebró y delató a su padre.
Antes de los alegatos, el acusado decidió hablar por primera vez desde que se descubrió el caso y dio su versión de los hechos, en la que aseguró tener una "laguna" en la memoria y no recordar si él mató a su mujer.
Frente a los jueces Franco Fiumara, Gerardo Gayol y Jorge Multedo, Frieiro explicó que su relación con De Luca estaba quebrada porque la mujer había abandonado el hogar para irse con un amante, al que identificó como Ricardo, "el fotógrafo".
"Yo la quería, por eso quería que vuelva y la perdonaba siempre. Pero era imposible la convivencia. Pelea tras pelea..., pelea tras pelea... Estaba enamorado, quería que vuelva", comentó.
Respecto del día del hecho, recordó que De Luca llegó a la casa de Juan B. Bustos 6004 de González Catán mientras él preparaba la comida, y que el único de los hijos que estaba era Pablo, el menor, porque Mario estaba en la casa de su madre.
"Me puse a preparar algo para comer, viene ella, ya de noche, lloviznaba. Yo estaba con el Pablito. Le digo ¿dónde estabas?, (me contestó) 'qué te importa' y me empezó a revolear con todo", dijo.
"Yo había preparado la comida para los tres. Me tiró con la sartén que todavía tenía aceite caliente. Me quemé. En un momento me encontré en medio de la discusión", comentó.
Luego, Frieiro pronunció una semi confesión: "Si me dicen le pegaste un tiro, no sé; si la apuñalaste, no sé; si murió del corazón, no sé; si la ahorqué, no sé".
"Salí afuera, me quedé sin un cigarrillo. Vuelvo a entrar, ella estaba en el suelo. Estuve un tiempo largo tratando (de reanimarla). (Soy) Mario, hablame; Mario, hablame", continuó.
"Pasaron como tres o cuatro horas. Estaba muerta, dura y blanca como un papel", describió Frieiro.