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Por Roberto Tizado
El ladrillo sigue siendo el mejor negocio
El directivo de Tizado Propiedades destacó la fuerte recuperación del sector inmobiliario
27 de abril de 2006
Desde la crisis de 2001, el mercado inmobiliario se recupera a pasos agigantados hasta llegar a superar los indicadores de 1998, año en que se alcanzaron las 110.000 escrituras registradas y los indicadores de permisos municipales en cantidad de metros cuadrados construibles llegaron a su máximo.
Esta recuperación tuvo lugar en un contexto internacional marcado por muy bajas tasas de interés sumado a una decepción de los inversores respecto de las obligaciones negociables, acciones, títulos de deuda, bonos, entre otras formas de inversión.
Esta situación generó que el inversor común se vuelque a las ofertas inmobiliarias ya que para ello no se requiere de una capacidad técnica o de una base de conocimiento más compleja como sucede con las otras formas de inversión.
Después de la crisis, la recuperación de los valores de los inmuebles fue rápida, sobre todo si se la compara con la de otras inversiones, de las cuales muchas terminaron en default.
El crédito en la década del noventa alcanzó un fuerte nivel de desarrollo y gran parte de los proyectos se vendían con la posibilidad de financiar al comprador hasta el 80% del precio del inmueble y en 20 años.
Además, la mayoría de la población calificaba para acceder a ellos. En la actualidad la situación es diferente: casi la totalidad de las operaciones se realizan sin la necesidad de crédito porque están dirigidas al segmento de mayor poder adquisitivo.
Por otra parte, las tasas de interés, tanto fijas como variables en pesos, son hoy más bajas que en la década anterior y, con la inflación, hasta pueden ser neutras o negativas.
Hoy, el mercado inmobiliario se encuentra en una posición muy firme y lo demuestra el sostenido impulso económico de la construcción, tanto en el 2005 –año en que se registró un crecimiento cercano al 15% respecto del 2004-, como en el primer bimestre de 2006, donde se registró una suba de casi un 20% respecto al mismo bimestre del año anterior (según informes del INDEC).
Otro dato concreto que avala esta afirmación es el registro de escrituras comparándolas con los años anteriores y la superficie con permiso para construcciones, tanto de la Ciudad de Buenos Aires como de los distintos municipios del Gran Buenos Aires y de las provincias del interior.
El auge de la construcción fue uno de los principales pilares de la mejora del PBI en el 2005 y de la recuperación de la economía argentina.
No hay otras opciones de inversión que generen tanta seguridad y tranquilidad como el ladrillo.
Desde Tizado Propiedades, confiamos en que esta situación continuará y vislumbramos un futuro prometedor.
El mercado inmobiliario se ha convertido en un buen espacio para ahorrar y capitalizarse para todos aquellos que tienen la capacidad de hacerlo.
Asimismo, la compañía prevé que el grupo con capacidad de ahorro se irá ampliando cuando la clase media mejore sus niveles de ingresos y su poder adquisitivo; además de calificar para acceder al crédito, este universo de compradores crecerá gradualmente de aquí a los próximos cinco años.
Con ello, la oferta y la demanda se irán regulando y manteniendo, aumentando los valores a medida que se amplíe la base de compradores y mejorando en el poder adquisitivo y acceso al crédito.
Esta recuperación tuvo lugar en un contexto internacional marcado por muy bajas tasas de interés sumado a una decepción de los inversores respecto de las obligaciones negociables, acciones, títulos de deuda, bonos, entre otras formas de inversión.
Esta situación generó que el inversor común se vuelque a las ofertas inmobiliarias ya que para ello no se requiere de una capacidad técnica o de una base de conocimiento más compleja como sucede con las otras formas de inversión.
Después de la crisis, la recuperación de los valores de los inmuebles fue rápida, sobre todo si se la compara con la de otras inversiones, de las cuales muchas terminaron en default.
El crédito en la década del noventa alcanzó un fuerte nivel de desarrollo y gran parte de los proyectos se vendían con la posibilidad de financiar al comprador hasta el 80% del precio del inmueble y en 20 años.
Además, la mayoría de la población calificaba para acceder a ellos. En la actualidad la situación es diferente: casi la totalidad de las operaciones se realizan sin la necesidad de crédito porque están dirigidas al segmento de mayor poder adquisitivo.
Por otra parte, las tasas de interés, tanto fijas como variables en pesos, son hoy más bajas que en la década anterior y, con la inflación, hasta pueden ser neutras o negativas.
Hoy, el mercado inmobiliario se encuentra en una posición muy firme y lo demuestra el sostenido impulso económico de la construcción, tanto en el 2005 –año en que se registró un crecimiento cercano al 15% respecto del 2004-, como en el primer bimestre de 2006, donde se registró una suba de casi un 20% respecto al mismo bimestre del año anterior (según informes del INDEC).
Otro dato concreto que avala esta afirmación es el registro de escrituras comparándolas con los años anteriores y la superficie con permiso para construcciones, tanto de la Ciudad de Buenos Aires como de los distintos municipios del Gran Buenos Aires y de las provincias del interior.
El auge de la construcción fue uno de los principales pilares de la mejora del PBI en el 2005 y de la recuperación de la economía argentina.
No hay otras opciones de inversión que generen tanta seguridad y tranquilidad como el ladrillo.
Desde Tizado Propiedades, confiamos en que esta situación continuará y vislumbramos un futuro prometedor.
El mercado inmobiliario se ha convertido en un buen espacio para ahorrar y capitalizarse para todos aquellos que tienen la capacidad de hacerlo.
Asimismo, la compañía prevé que el grupo con capacidad de ahorro se irá ampliando cuando la clase media mejore sus niveles de ingresos y su poder adquisitivo; además de calificar para acceder al crédito, este universo de compradores crecerá gradualmente de aquí a los próximos cinco años.
Con ello, la oferta y la demanda se irán regulando y manteniendo, aumentando los valores a medida que se amplíe la base de compradores y mejorando en el poder adquisitivo y acceso al crédito.