Asteriscos.Tv - http://www.asteriscos.tv/
Permalink: http://www.asteriscos.tv/opinion-4.html
Por Osvaldo Cornide, presidente de CAME
El abastecimiento energético y las lecciones de Frondizi
Los argentinos participamos de un nuevo proceso esperanzador que, para no frustrarse, debe ser fundado en un programa de desarrollo con equidad
2 de junio de 2004
Se cumplieron 42 años del derrocamiento del ex presidente Arturo Frondizi. A esta altura de las circunstancias, nadie ignora las graves consecuencias que trajo aquél fatídico 29 de marzo de 1962.
El episodio significó efectos negativos tanto para la democracia como para el desarrollo económico de la Nación.
Junto con la “noche de los bastones largos”, ocurrida en 1966, el derrocamiento de Frondizi tuvo una importancia decisiva en lo que sobrevino después.
Ambas acciones del autoritarismo destruyeron el proyecto de una nación socialmente integrada, con desarrollo económico sostenido y ejerciendo un natural liderazgo cultural, científico y material en la región.
Este nuevo aniversario nos encuentra otra vez a los argentinos participando de un nuevo proceso esperanzador que, para no frustrarse debe ser fundado en un programa de desarrollo con equidad. Uno de sus componentes inevitablemente estará integrado por las estrategias en el plano de la energía que hoy emite una señal crítica que debe resolverse urgentemente.
En esta materia, la experiencia de la gestión Frondizi es invalorable.
Su audaz política petrolera, en particular permitió combinar una activa participación del capital extranjero con el fortalecimiento de YPF (de propiedad estatal), cuya producción se triplicó y ello permitió la desaparición de la dependencia de la oferta importada.
En materia de generación y transporte eléctrico no sólo se concretaron proyectos fundamentales, como el dique y la usina de Florentino Ameghino, entre otras grandes obras, sino que se reservó la participación mayoritaria del Estado en SEGBA que, con esa nueva estructura encaró un proceso decisivo de modernización y ampliación de su oferta. Se terminó con la política de cortes de energía.
En consecuencia, tomar nota de la experiencia recogida por esa combinación virtuosa de inversión externa y participación estatal en los rubros básicos de la economía, constituye, en la presente etapa una lección que puede ayudar en mucho para evitar que se perturbe el proceso de reconstrucción de la Nación.
El episodio significó efectos negativos tanto para la democracia como para el desarrollo económico de la Nación.
Junto con la “noche de los bastones largos”, ocurrida en 1966, el derrocamiento de Frondizi tuvo una importancia decisiva en lo que sobrevino después.
Ambas acciones del autoritarismo destruyeron el proyecto de una nación socialmente integrada, con desarrollo económico sostenido y ejerciendo un natural liderazgo cultural, científico y material en la región.
Este nuevo aniversario nos encuentra otra vez a los argentinos participando de un nuevo proceso esperanzador que, para no frustrarse debe ser fundado en un programa de desarrollo con equidad. Uno de sus componentes inevitablemente estará integrado por las estrategias en el plano de la energía que hoy emite una señal crítica que debe resolverse urgentemente.
En esta materia, la experiencia de la gestión Frondizi es invalorable.
Su audaz política petrolera, en particular permitió combinar una activa participación del capital extranjero con el fortalecimiento de YPF (de propiedad estatal), cuya producción se triplicó y ello permitió la desaparición de la dependencia de la oferta importada.
En materia de generación y transporte eléctrico no sólo se concretaron proyectos fundamentales, como el dique y la usina de Florentino Ameghino, entre otras grandes obras, sino que se reservó la participación mayoritaria del Estado en SEGBA que, con esa nueva estructura encaró un proceso decisivo de modernización y ampliación de su oferta. Se terminó con la política de cortes de energía.
En consecuencia, tomar nota de la experiencia recogida por esa combinación virtuosa de inversión externa y participación estatal en los rubros básicos de la economía, constituye, en la presente etapa una lección que puede ayudar en mucho para evitar que se perturbe el proceso de reconstrucción de la Nación.