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Daniel Arroyo, viceministro de Desarrollo Social
El Plan Jefes va camino a desaparecer
Arroyo planteó que “salud y educación más ingresos” son las claves contra la pobreza.
14 de marzo de 2006
El Gobierno nacional intensificará a partir de abril el traspaso de los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar al programa Familias y al seguro de Empleo y Formación, con el objetivo de disminuir la pobreza y permitir la incorporación de desempleados al mercado laboral, con apoyo y capacitación del Estado.
“Tenemos la idea de que el 60 por ciento de quienes están ahora en el Plan Jefes pase al plan Familias y que el 40 por ciento acceda al seguro de Empleo”, explicó el viceministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
En el caso del Plan Familias que “va a durar mucho años”, según Arroyo, la idea es que las madres con varios hijos accedan al programa, que no requiere una contraprestación laboral sino “presentar los certificados de salud y educación” de los niños a cargo.
“Queremos quebrar la pobreza intergeneracional. Eso de que un niño nace en un hogar pobre y sus hijos son pobres porque no tienen oportunidades. Queremos que todos los niños tengan salud, educación y sus familias, un ingreso”, sostuvo Arroyo.
En una entrevista con el programa Asteriscos, que se emite por P+E, Arroyo explicó, en tanto, que el seguro de empleo y formación será por dos años e implica “la idea de que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo y que el Estado tiene que brindar un acompañamiento, con un proceso de tutoría”.
“Hay una fuerte cultura del trabajo y disponibilidad de sectores que lo buscan. Pero a los cuentapropistas, por ejemplo, les pasa que tienen un retraso tecnológico y por eso los estamos capitalizando. Y el que busca trabajo, debe capacitarse con la tecnología que va a encontrar en los lugares donde pueda emplearse”, explicó.
Arroyo sostuvo que, en el sector privado, se está “quebrando la presunción de que, quienes están en el plan Jefes no quieren trabajar o son parte de movimientos de piqueteros” y existe una mayor predisposición para tomarlos como empleados: “una vez que el empresariado quiebra esa presunción, la incorporación se hace muy fluida”.
El funcionario detalló que los diferentes planes sociales están alcanzando a 4 millones de personas, y que el presupuesto total para atender el área es de 6 mil millones de pesos, entre los diferentes programas que existen en los Ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social.
“Sólo en Desarrollo Social hay 3500 millones de presupuesto. Se duplicó desde el inicio de la gestión, lo que marca la impronta que se le da al tema social”, explicó Arroyo también diferenció la acción del gobierno de la promoción de comedores sociales, como el último que abrió Raúl Castells con el apoyo de un empresario gastronómico, en la zona de Puerto Madero.
“Puede ser que sea positivo para Castells porque hace visible su tarea. Pero nuestra política es achicar los comedores comunitarios y fortalecer que la gente vuelva a comer a su casa”.
“Tarjeta, tickets o ingresos para que la gente compre lo que quiera y arme su dieta familiar, ese es el esquema ideal. Y que los comedores dejen de ser centros alimentarios y sean lugares de asistencia escolar o salud”, puntualizó.
“Tenemos la idea de que el 60 por ciento de quienes están ahora en el Plan Jefes pase al plan Familias y que el 40 por ciento acceda al seguro de Empleo”, explicó el viceministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
En el caso del Plan Familias que “va a durar mucho años”, según Arroyo, la idea es que las madres con varios hijos accedan al programa, que no requiere una contraprestación laboral sino “presentar los certificados de salud y educación” de los niños a cargo.
“Queremos quebrar la pobreza intergeneracional. Eso de que un niño nace en un hogar pobre y sus hijos son pobres porque no tienen oportunidades. Queremos que todos los niños tengan salud, educación y sus familias, un ingreso”, sostuvo Arroyo.
En una entrevista con el programa Asteriscos, que se emite por P+E, Arroyo explicó, en tanto, que el seguro de empleo y formación será por dos años e implica “la idea de que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo y que el Estado tiene que brindar un acompañamiento, con un proceso de tutoría”.
“Hay una fuerte cultura del trabajo y disponibilidad de sectores que lo buscan. Pero a los cuentapropistas, por ejemplo, les pasa que tienen un retraso tecnológico y por eso los estamos capitalizando. Y el que busca trabajo, debe capacitarse con la tecnología que va a encontrar en los lugares donde pueda emplearse”, explicó.
Arroyo sostuvo que, en el sector privado, se está “quebrando la presunción de que, quienes están en el plan Jefes no quieren trabajar o son parte de movimientos de piqueteros” y existe una mayor predisposición para tomarlos como empleados: “una vez que el empresariado quiebra esa presunción, la incorporación se hace muy fluida”.
El funcionario detalló que los diferentes planes sociales están alcanzando a 4 millones de personas, y que el presupuesto total para atender el área es de 6 mil millones de pesos, entre los diferentes programas que existen en los Ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social.
“Sólo en Desarrollo Social hay 3500 millones de presupuesto. Se duplicó desde el inicio de la gestión, lo que marca la impronta que se le da al tema social”, explicó Arroyo también diferenció la acción del gobierno de la promoción de comedores sociales, como el último que abrió Raúl Castells con el apoyo de un empresario gastronómico, en la zona de Puerto Madero.
“Puede ser que sea positivo para Castells porque hace visible su tarea. Pero nuestra política es achicar los comedores comunitarios y fortalecer que la gente vuelva a comer a su casa”.
“Tarjeta, tickets o ingresos para que la gente compre lo que quiera y arme su dieta familiar, ese es el esquema ideal. Y que los comedores dejen de ser centros alimentarios y sean lugares de asistencia escolar o salud”, puntualizó.