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Alberto Williams, en Asteriscos.Tv
Carniceros apoyan medidas para que bajen los precios
“Se perdió un 30 por ciento de la venta”, dijo el vicepresidente de la Asociación de carnicerías de la ciudad de Buenos Aires
14 de marzo de 2006
El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, defendió que el gobierno adopte medidas para que disminuya el precio de la carne y advirtió que las ventas al público cayeron un 30 por ciento en el último trimestre por los aumentos.
Williams estimó que la restricción en las exportaciones de carne dispuesta por el gobierno para el próximo semestre y el movimiento que tuvo el Mercado de Hacienda como consecuencia, hará retroceder el precio de la carne, pero consideró que deben atenderse otros aspectos.
“Tiene que haber una baja, porque el mercado aflojó mucho”, dijo el dirigente, aunque puso el acento sobre el problema de la cantidad de cabezas: “los productores saben que no hay cantidad de hacienda suficiente como para hacer una exportación grande y un consumo interno en precio”.
En declaraciones al programa Asteriscos, que se emite por el canal P+E, Williams destacó que ese punto es central, más que la idea de una “especulación por parte de los ganaderos. Pueden haber especulado un poco, pero cuando tienen la hacienda, la tienen que vender porque si no, no les sirve porque acumula grasa”.
El dirigente ubicó en el mes de noviembre de 2005 el comienzo de la “distorsión” del precio de la carne y cuestionó la medida adoptada entonces por el gobierno nacional de colocar un mínimo de kilaje para la faena.
“El objetivo de aumentar el stock fue bueno, pero los plazos que se utilizaron fueron erróneos y provocaron una presión en el mercado”, evaluó.
Según explicó, entre noviembre y marzo, la carne “aumentó más de un 25 por ciento” y provocó perjuicios a las carnicerías, que perdieron cerca de un 30 por ciento de la venta.
“Hay que tomar medidas. Aceptamos cualquier medida que baje el precio de la carne, porque vivimos de la venta. Cuanto más vendemos, mejor vamos a estar, y el consumidor tiene que volver a las carnicerías”, opinó.
Williams pidió también que se atiendan otros problemas del sector como el aumento de los alquileres –“algunas carnicerías tuvieron que cerrar porque se duplicaron los precios”- y se busque “un precio especial para el consumo de luz ya que los márgenes de comercialización son pocos”.
Williams estimó que la restricción en las exportaciones de carne dispuesta por el gobierno para el próximo semestre y el movimiento que tuvo el Mercado de Hacienda como consecuencia, hará retroceder el precio de la carne, pero consideró que deben atenderse otros aspectos.
“Tiene que haber una baja, porque el mercado aflojó mucho”, dijo el dirigente, aunque puso el acento sobre el problema de la cantidad de cabezas: “los productores saben que no hay cantidad de hacienda suficiente como para hacer una exportación grande y un consumo interno en precio”.
En declaraciones al programa Asteriscos, que se emite por el canal P+E, Williams destacó que ese punto es central, más que la idea de una “especulación por parte de los ganaderos. Pueden haber especulado un poco, pero cuando tienen la hacienda, la tienen que vender porque si no, no les sirve porque acumula grasa”.
El dirigente ubicó en el mes de noviembre de 2005 el comienzo de la “distorsión” del precio de la carne y cuestionó la medida adoptada entonces por el gobierno nacional de colocar un mínimo de kilaje para la faena.
“El objetivo de aumentar el stock fue bueno, pero los plazos que se utilizaron fueron erróneos y provocaron una presión en el mercado”, evaluó.
Según explicó, entre noviembre y marzo, la carne “aumentó más de un 25 por ciento” y provocó perjuicios a las carnicerías, que perdieron cerca de un 30 por ciento de la venta.
“Hay que tomar medidas. Aceptamos cualquier medida que baje el precio de la carne, porque vivimos de la venta. Cuanto más vendemos, mejor vamos a estar, y el consumidor tiene que volver a las carnicerías”, opinó.
Williams pidió también que se atiendan otros problemas del sector como el aumento de los alquileres –“algunas carnicerías tuvieron que cerrar porque se duplicaron los precios”- y se busque “un precio especial para el consumo de luz ya que los márgenes de comercialización son pocos”.