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Héctor Recalde, abogado laboralista
“Es una necesidad discutir un nuevo salario mínimo”
Defendió los acuerdos de precios y la política impositiva hacia los sectores del agro
31 de enero de 2006
El abogado laboralista y asesor de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Recalde, afirmó que es una “necesidad” discutir un nuevo piso para el salario mínimo, vital y móvil y defendió las medidas del gobierno hacia los sectores exportadores al cuestionar a los empresarios que “siempre quieren ganar más”.
Recalde puntualizó además que uno de los temas pendientes es la disminución del empleo en negro para complementar “la direccionalidad positiva” que muestran las cifras oficiales respecto de una disminución de la desocupación.
“El desempleo está bajando mucho, pero eso no implica que estemos bien. De todos modos, hay una direccionalidad positiva y es que se revirtió la tendencia que se observaba hace un año. Ahora, 9 de cada 10 empleos son en blanco aunque de baja productividad y bajos salarios”, sostuvo el abogado y diputado nacional por el Frente para la Victoria.
En una entrevista con el programa Asteriscos, que se emite por el canal P+E , Recalde sostuvo que esa característica determina que “muchos sectores empresarios tengan la intención de sustituir a los trabajadores viejos por nuevos, que implica un menor costo laboral”.
Agregó que existe “una cultura empresaria que no se condice con una más justa distribución de la riqueza nacional, que es la gran materia pendiente. En la medida en que se distribuya mejor la riqueza va haber mayor consumo en los sectores de jubilados, trabajadores activos y quienes perciben subsidios por desocupación”.
En este punto, respaldó la decisión del gobierno de “buscar acuerdos de precios, porque hay sectores empresarios que quieren continuar con la dinámica de ganar siempre, que viene desde la época de la dictadura y de la década del `90, y que los trabajadores casi no tengan derechos”.
“Hay que ir modificando esas pautas culturales. Para ello, el gobierno no sólo tiene una actitud decidida, sino también una batería de premios y castigos, como el registro de exportadores o el aumento de las retenciones para llamar la atención a quienes vienen ganando muchísimo desde hace cuatro años”, opinó.
Agregó que los sectores agroexportadores “se quejan de llenos, como diría mi abuela, porque el nivel de exportaciones el año pasado fue de 40 mil millones de dólares, con una tasa de ganancias que no tiene nada que ver con el capitalismo serio”.
Como dos temas pendientes, Recalde planteó “la necesidad de discutir un nuevo haber mínimo” superior a los 630 pesos fijados en el último Consejo del Salario que es “un imperativo legal y el rol del gobierno para concurrir en apoyo de quienes tienen debilidad para negociar frente a los patrones”, aunque no quiso dar cifras:”debe ser lo más alto posible por razones de equidad, justicia y legalidad”.
El segundo punto que planteó como objetivo es ir eliminando otra razón “de exclusión social, como el empleo en negro” y reflotó un planteo de la CGT para que los trabajadores informales que sean despedidos también puedan acceder al seguro de desempleo.
“No se trata de una cuestión represiva o fiscalista, sino de inclusión social. Que el trabajador cobre el seguro de desempleo protege a una persona vulnerable y hace surgir a la luz la evasión. Al empresario le va a salir carísimo y el Estado tendrá miles de potenciales inspectores, gratis”, analizó.
Finalmente, Recalde se refirió a las versiones que lo señalan como sucesor de Carlos Tomada, si el ministro de Trabajo es designado como embajador en Chile: “Me siento muy cómodo en el lugar en que estoy. El ministro Tomada es muy eficiente en su rol y todo lo demás son pamplinas”.
Recalde puntualizó además que uno de los temas pendientes es la disminución del empleo en negro para complementar “la direccionalidad positiva” que muestran las cifras oficiales respecto de una disminución de la desocupación.
“El desempleo está bajando mucho, pero eso no implica que estemos bien. De todos modos, hay una direccionalidad positiva y es que se revirtió la tendencia que se observaba hace un año. Ahora, 9 de cada 10 empleos son en blanco aunque de baja productividad y bajos salarios”, sostuvo el abogado y diputado nacional por el Frente para la Victoria.
En una entrevista con el programa Asteriscos, que se emite por el canal P+E , Recalde sostuvo que esa característica determina que “muchos sectores empresarios tengan la intención de sustituir a los trabajadores viejos por nuevos, que implica un menor costo laboral”.
Agregó que existe “una cultura empresaria que no se condice con una más justa distribución de la riqueza nacional, que es la gran materia pendiente. En la medida en que se distribuya mejor la riqueza va haber mayor consumo en los sectores de jubilados, trabajadores activos y quienes perciben subsidios por desocupación”.
En este punto, respaldó la decisión del gobierno de “buscar acuerdos de precios, porque hay sectores empresarios que quieren continuar con la dinámica de ganar siempre, que viene desde la época de la dictadura y de la década del `90, y que los trabajadores casi no tengan derechos”.
“Hay que ir modificando esas pautas culturales. Para ello, el gobierno no sólo tiene una actitud decidida, sino también una batería de premios y castigos, como el registro de exportadores o el aumento de las retenciones para llamar la atención a quienes vienen ganando muchísimo desde hace cuatro años”, opinó.
Agregó que los sectores agroexportadores “se quejan de llenos, como diría mi abuela, porque el nivel de exportaciones el año pasado fue de 40 mil millones de dólares, con una tasa de ganancias que no tiene nada que ver con el capitalismo serio”.
Como dos temas pendientes, Recalde planteó “la necesidad de discutir un nuevo haber mínimo” superior a los 630 pesos fijados en el último Consejo del Salario que es “un imperativo legal y el rol del gobierno para concurrir en apoyo de quienes tienen debilidad para negociar frente a los patrones”, aunque no quiso dar cifras:”debe ser lo más alto posible por razones de equidad, justicia y legalidad”.
El segundo punto que planteó como objetivo es ir eliminando otra razón “de exclusión social, como el empleo en negro” y reflotó un planteo de la CGT para que los trabajadores informales que sean despedidos también puedan acceder al seguro de desempleo.
“No se trata de una cuestión represiva o fiscalista, sino de inclusión social. Que el trabajador cobre el seguro de desempleo protege a una persona vulnerable y hace surgir a la luz la evasión. Al empresario le va a salir carísimo y el Estado tendrá miles de potenciales inspectores, gratis”, analizó.
Finalmente, Recalde se refirió a las versiones que lo señalan como sucesor de Carlos Tomada, si el ministro de Trabajo es designado como embajador en Chile: “Me siento muy cómodo en el lugar en que estoy. El ministro Tomada es muy eficiente en su rol y todo lo demás son pamplinas”.