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Por Alejandro Ramírez
!No va maaasss!
28 de julio de 2008
Cuando ocurrió lo que ocurrió con la tristemente famosa resolución 125, muchos pensaron que las soluciones a los problemas de la comercialización granaria se precipitarían cual catarata, y que a partir de ese momento todo volvería a ser como otrora.
Pero lamentablemente y de acuerdo a las metodologías que vienen utilizando las autoridades nacionales en los últimos tiempo, todo empeora y cada vez es (y será) más complicado.
El sablazo que faltaba ocurrió luego de conocerse la decisión de la ONCCA a través de la resolución 1898 de cobrar retroactivamente diferencias en los importes liquidados por retenciones a las exportaciones. Y estamos hablando de reclamos de miles de millones de dólares que los exportadores tendrán que pagar a la AFIP por supuestas erróneas liquidaciones de los tributos mencionados.
¿Qué es lo que está ocurriendo?. Como una forma de buscar revancha al lapidario triunfo del campo en el Congreso, las autoridades nacionales buscan “castigar” –aún más- de alguna manera al sector agropecuario. Y el mejor castigo siempre pasa por el lado del dinero.
Como en su momento fuimos los únicos que por allá en octubre del 2007 anticipamos que el gobierno nacional tenía decidido aumentar las retenciones a las exportaciones, muchas empresas que se dedican a este negocio, registraron grandes cantidades de operaciones, para intentar congelar las alícuotas a los cuales debía realizar el pago de este impuesto.
El vaticinio se produjo y aumentaron los porcentajes a cobrar. Algo similar ocurrió en febrero del 2008. También nosotros comentamos que el gobierno iba a aumentar las retenciones nuevamente.
A pesar de que un oscuro vocero del ministerio de economía tibiamente desmintió la versión, el 11 de marzo ocurrió lo que todos conocemos. Fue pasando todo este tiempo, y llegó el momento en el cual los exportadores comenzaron a cargar los negocios registrados meses atrás.
Y con un desconocimiento de los usos y costumbres del mercado, la ONCCA tomó la decisión de no reconocer a las operaciones forward ni las compras realizadas en los mercados de futuros como operaciones genuinas de adquisición de la mercadería a exportar.
De esta forma, las autoridades presuponen que las firmas exportadoras están lucrando con el diferencial de retenciones aplicadas al momento de la declaración de ventas y las que verdaderamente existieron al momento de la carga de la mercadería. Al tener que pagar las cifras reclamadas por las autoridades, automáticamente genera una importante pérdida y/o desfasaje financiero a muchas de las exportadoras que se encuentran de golpe que tienen que abonar importes millonarios en dólares a la AFIP.
Pero lo peor de todo esto, es que está situación suma fundamentos para que los mercados de futuros nacionales desaparezcan por su inoperabilidad. Si las firmas exportadoras no pueden registrar ventas con más de 45 días de anticipación y ahora deben devolver dinero por supuestas diferencias de liquidaciones de retenciones, ¿quién será el valiente que intervendrá en los mercados de futuros tomando posiciones de cobertura?
Lógicamente existen varias incógnitas que por ahora no tienen respuesta, pero la más importante es la siguiente: ¿No será uno de los objetivos finales del gobierno terminar definitivamente con la operatoria de los mercados de futuros?.
Como se dice en el campo: “Salga pato a gallareta, que ocurra pronto”. Porque lo que está matando al comercio granario argentino, además de todo lo antes dicho, es la incertidumbre de no saber que irá a ocurrir mañana.
Pero lamentablemente y de acuerdo a las metodologías que vienen utilizando las autoridades nacionales en los últimos tiempo, todo empeora y cada vez es (y será) más complicado.
El sablazo que faltaba ocurrió luego de conocerse la decisión de la ONCCA a través de la resolución 1898 de cobrar retroactivamente diferencias en los importes liquidados por retenciones a las exportaciones. Y estamos hablando de reclamos de miles de millones de dólares que los exportadores tendrán que pagar a la AFIP por supuestas erróneas liquidaciones de los tributos mencionados.
¿Qué es lo que está ocurriendo?. Como una forma de buscar revancha al lapidario triunfo del campo en el Congreso, las autoridades nacionales buscan “castigar” –aún más- de alguna manera al sector agropecuario. Y el mejor castigo siempre pasa por el lado del dinero.
Como en su momento fuimos los únicos que por allá en octubre del 2007 anticipamos que el gobierno nacional tenía decidido aumentar las retenciones a las exportaciones, muchas empresas que se dedican a este negocio, registraron grandes cantidades de operaciones, para intentar congelar las alícuotas a los cuales debía realizar el pago de este impuesto.
El vaticinio se produjo y aumentaron los porcentajes a cobrar. Algo similar ocurrió en febrero del 2008. También nosotros comentamos que el gobierno iba a aumentar las retenciones nuevamente.
A pesar de que un oscuro vocero del ministerio de economía tibiamente desmintió la versión, el 11 de marzo ocurrió lo que todos conocemos. Fue pasando todo este tiempo, y llegó el momento en el cual los exportadores comenzaron a cargar los negocios registrados meses atrás.
Y con un desconocimiento de los usos y costumbres del mercado, la ONCCA tomó la decisión de no reconocer a las operaciones forward ni las compras realizadas en los mercados de futuros como operaciones genuinas de adquisición de la mercadería a exportar.
De esta forma, las autoridades presuponen que las firmas exportadoras están lucrando con el diferencial de retenciones aplicadas al momento de la declaración de ventas y las que verdaderamente existieron al momento de la carga de la mercadería. Al tener que pagar las cifras reclamadas por las autoridades, automáticamente genera una importante pérdida y/o desfasaje financiero a muchas de las exportadoras que se encuentran de golpe que tienen que abonar importes millonarios en dólares a la AFIP.
Pero lo peor de todo esto, es que está situación suma fundamentos para que los mercados de futuros nacionales desaparezcan por su inoperabilidad. Si las firmas exportadoras no pueden registrar ventas con más de 45 días de anticipación y ahora deben devolver dinero por supuestas diferencias de liquidaciones de retenciones, ¿quién será el valiente que intervendrá en los mercados de futuros tomando posiciones de cobertura?
Lógicamente existen varias incógnitas que por ahora no tienen respuesta, pero la más importante es la siguiente: ¿No será uno de los objetivos finales del gobierno terminar definitivamente con la operatoria de los mercados de futuros?.
Como se dice en el campo: “Salga pato a gallareta, que ocurra pronto”. Porque lo que está matando al comercio granario argentino, además de todo lo antes dicho, es la incertidumbre de no saber que irá a ocurrir mañana.