La líder del ARI, Elisa Carrió, le advirtió hoy al presidente Néstor Kirchner que la negociación por la deuda externa "no requiere de boxeadores" y dijo esperar que el gobierno no termine como Oscar "Ringo" Bonavena.

Para la dirigente opositora, en "tres o cuatro meses la política de dureza que muestra el actual Gobierno podría no dar resultados".

"Yo no hubiera hecho nada de lo que hizo Kirchner hasta ahora. Nosotros somos más duros que el Gobierno, pero con otro estilo, porque la diplomacia de la que depende la negociación de la deuda no requiere de boxeadores", dijo la ex diputada.

En una entrevista realizada en el programa "Asteriscos", que se emite por Canal P+E, Carrió dijo que "Kirchner es un boxeador y el mundo no es un pequeño pueblito", y estimó que su estrategia confrontativa "le puede salir bien ahora, pero no le va a salir en dos, tres o cuatro meses".

Y agregó: "Ojalá que a este boxeador le salgan bien las cosas, no sea cosa que terminemos como Bonavena".

"Yo no puedo decir qué tiene que hacer Kirchner, pero le tenemos que desear que su estrategia gane esta vez, y que después haya un marco de reflexión. Yo hubiera hecho un proyecto nacional claro con un ingreso para la niñez, una reforma del sistema previsional y un proyecto de empleo basado en las pymes, y con ese proyecto hubiera enfrentado a los acreedores multilaterales y privados", explicó.

Para la ex diputada del ARI, la cuestión debería haber tenido en cuenta "una revisión del megacanje y de los fondos buitres", y si bien destacó que no sabe si hay "dos políticas" que diferencien a Kirchner con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, sí hay "dos estilos".

Política social

En cuanto a la política social, Carrió destacó que los subsidios para Jefes y Jefas de Hogar desocupados "son los mismos planes clientelísticos de siempre".

Para Carrió, "la situación de desigualdad y pobreza, que en la niñez alcanza el 70 por ciento, es la hipoteca más grande que tiene la Nación".

Otro punto en el cual Carrió marcó sus diferencias con la política económica de Kirchner fue cuando señaló que la Argentina "salió del colapso, pero no se solucionaron las causas estructurales que nos llevaron a él. Es una ficción. Pero las mentiras, como los matrimonios, se agotan. Lentamente o, si uno es muy mentiroso, más rápidamente".

Carrió respondió también las críticas que le formularon importantes funcionarios del Gobierno nacional, como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien le recordó su pasado como titular del Instituto Nacional del Seguro, su vinculación con Eduardo Duhalde cuando éste tenía de compañero de fórmula a Palito Ortega, y su cercanía cavallista.

"Son mutantes. Fernández era presidente del Comité de Campaña de Duhalde y Palito Ortega, y hoy es el jefe de Gabinete. Por nuestra ilusión parece que son nuevos, pero estuvo en el Instituto del Seguro, era de Cavallo y estuvo en la lista con Elena Cruz", aseguró.

Destacó que "ahora nos dicen que son la nueva política pero son lo mismo, son mutantes", y se negó a responder las críticas por su presunto misticismo: "Lo mismo decía (Julio) Alderete en el PAMI y (Federico) Storani cuando estaba en el Ministerio del Interior. Tengo vida religiosa y culta, y no voy a contestarle más a primitivos machistas de este país".

Carrió consideró, además, que Kirchner y Duhalde "son lo mismo".

"Yo diría que el sur lo controla Kirchner -por los contratos de pesca- y la provincia de Buenos Aires, Duhalde", dijo Carrió.

Además, consideró que recibe muchas críticas porque es como "el juego de los espejos, soy como una voz de la conciencia, les molesta cuando hablo porque me niego a ser parte del aplausómetro generalizado en los momentos de éxito".

Situación del ARI

En cuanto a los dirigentes que se fueron del ARI, como Rafael Romá y Graciela Ocaña que se incorporaron a los Gobiernos porteño y nacional, Carrió advirtió: "La verdad siempre llega y el oportunismo queda claro".

"Nos hizo bien (su salida) porque las fuerzas políticas se construyen en la adversidad, generan resistencia y hace que sean buenos funcionarios cuando lleguemos al Gobierno, aunque es cierto que algunos se venden", puntualizó Carrió, aunque evitó personalizar cuando se le preguntó si Ocaña "se vendió".

Carrió agregó: "Confío en el tiempo. La verdad siempre llega y el oportunismo quedará claro".