3 de diciembre de 2024
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Por Roberto Aguirre Blanco
Alfano, Fort, Lobato y ahora Aníbal, el mediático
12 de mayo de 2010
¡Cartón lleno! Bajen la persiana, llegó el que faltaba. Si en la televisión argentina sobraban personajes “polémicos”, se completó el cuadro y el nuevo integrante no es otro que el incansable jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
De tanto pelearse con integrantes de la comunidad televisiva en los últimos meses, el funcionario nacional ya es figurita repetida en las pantallas de los canales dejando, además, el segmento de noticieros para aparecer ya en los programas “chimenteros”.
El listado de “enemigos públicos” del hombre que a diario sale a defender a capa y espada al gobierno ya podría formar un equipo de fútbol, pero tiene entre sus preferidos a Mirtha Legrand, Susana Giménez, Marcelo Tinelli y Amalia Granata, entre los más destacados.
En las últimas horas, además de volver a la carga contra la diva de los almuerzos, arremetió contra una historieta del diario Clarín, “La Nelly”, y como el mejor de los mediáticos se posicionó durante horas en los canales para “hacer escuchar su verdad de conspiraciones”.
Aníbal Fernández, ya lanzado a la carrera del Martín Fierro a revelación 2010 o al menos a integrar el rubro de mejor integrante de “reality”, tiene ojo para elegir donde exponer su discurso casi diario contra los integrantes de la perfumada colonia artística.
Para tal iniciativa elige a unos de los líderes de la televisión con “mal aroma”, como puede ser Jorge Rial, y desde su programa radial o desde “Intrusos” carga a más diestra que siniestra contra sus “enemigos de turno”.
Obviamente, el maestro de ceremonia del caos y el “quilombo”, como es el propio Rial, se frota las manos cada vez que desde su sector de producción le avisan: “El ministro quiere hablar”.
Es así porque e sabe que el hombre que niega ser “exegeta” de presidentes u de otros funcionarios, decide donde hablar y con quien hacerlo, y no tiene un celular abierto para todos los medios de comunicación.
Con la excusa de que está “cansado” de escuchar como “cualquiera dice cualquier cosa” -algo que la presidenta Cristina Kirchner destaca a diario como un logro de su administración-, el jefe de ministros pasa más tiempo últimamente peleándose casi como un experto con Jacobo Winograb, Ricardo Fort o quien se le ponga adelante, incluso una reina de la polémica como la Granata.
Convertido así ya en nuevo personaje del mundo “mediático”, Aníbal Fernández -el funcionario que más tiempo lleva en el poder, desde el 2002 con Duhalde, escribe su propio camino como funcionario, político y ¿futura estrella de la TV?
Cuando el gobierno que integra abandone el poder deberá volver al llano de la política, pero más allá de intentar pelear por la gobernación bonaerense –su gran sueño- o la intendencia de Quilmes su lugar de origen, quizás ya sin obligaciones de funcionario público tenga un lugar en futuras mesas de jurado de “Bailando por un Sueño”.
Con su firmeza y formación jurídica sería un juez estricto, de esos que no ponen más de seis puntos. ¡Tiemblen participantes!
De tanto pelearse con integrantes de la comunidad televisiva en los últimos meses, el funcionario nacional ya es figurita repetida en las pantallas de los canales dejando, además, el segmento de noticieros para aparecer ya en los programas “chimenteros”.
El listado de “enemigos públicos” del hombre que a diario sale a defender a capa y espada al gobierno ya podría formar un equipo de fútbol, pero tiene entre sus preferidos a Mirtha Legrand, Susana Giménez, Marcelo Tinelli y Amalia Granata, entre los más destacados.
En las últimas horas, además de volver a la carga contra la diva de los almuerzos, arremetió contra una historieta del diario Clarín, “La Nelly”, y como el mejor de los mediáticos se posicionó durante horas en los canales para “hacer escuchar su verdad de conspiraciones”.
Aníbal Fernández, ya lanzado a la carrera del Martín Fierro a revelación 2010 o al menos a integrar el rubro de mejor integrante de “reality”, tiene ojo para elegir donde exponer su discurso casi diario contra los integrantes de la perfumada colonia artística.
Para tal iniciativa elige a unos de los líderes de la televisión con “mal aroma”, como puede ser Jorge Rial, y desde su programa radial o desde “Intrusos” carga a más diestra que siniestra contra sus “enemigos de turno”.
Obviamente, el maestro de ceremonia del caos y el “quilombo”, como es el propio Rial, se frota las manos cada vez que desde su sector de producción le avisan: “El ministro quiere hablar”.
Es así porque e sabe que el hombre que niega ser “exegeta” de presidentes u de otros funcionarios, decide donde hablar y con quien hacerlo, y no tiene un celular abierto para todos los medios de comunicación.
Con la excusa de que está “cansado” de escuchar como “cualquiera dice cualquier cosa” -algo que la presidenta Cristina Kirchner destaca a diario como un logro de su administración-, el jefe de ministros pasa más tiempo últimamente peleándose casi como un experto con Jacobo Winograb, Ricardo Fort o quien se le ponga adelante, incluso una reina de la polémica como la Granata.
Convertido así ya en nuevo personaje del mundo “mediático”, Aníbal Fernández -el funcionario que más tiempo lleva en el poder, desde el 2002 con Duhalde, escribe su propio camino como funcionario, político y ¿futura estrella de la TV?
Cuando el gobierno que integra abandone el poder deberá volver al llano de la política, pero más allá de intentar pelear por la gobernación bonaerense –su gran sueño- o la intendencia de Quilmes su lugar de origen, quizás ya sin obligaciones de funcionario público tenga un lugar en futuras mesas de jurado de “Bailando por un Sueño”.
Con su firmeza y formación jurídica sería un juez estricto, de esos que no ponen más de seis puntos. ¡Tiemblen participantes!