21 de noviembre de 2024
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Por Roberto Aguirre Blanco
Chau elecciones: de la política al negocio
26 de julio de 2009
La nueva temporada –segunda— de “Un tiempo después” terminará antes de lo previsto a raíz del bajo rating del ciclo en la noche de Telefé.
De esta manera, el programa conducido por Soledad Silveyra, que en 2008 tuvo picos de rating de 17 puntos y se extendió por cinco meses con una buena aceptación del público, esta temporada apenas estuvo tres meses en el aire.
Es el primer programa que cae abatido al calor de las elecciones del pasado 28 de junio en una televisión que se metió de lleno en la campaña y ahora necesita volver a sus fuentes originales.
En los pasillos del canal del barrio de San Cristóbal, Asteriscos.Tv pudo constatar que aquel programa inicial de la temporada con el reportaje “sin concesiones” a la presidenta Cristina Kirchner marcó la caída libre del ciclo.
En esa emisión inaugural tuvo niveles de audiencia muy altos con 24 puntos, pero las duras críticas que recibió la actriz por la falta de “actitud periodística” –un perfil que había demostrado con aptitudes en 2008- hizo que el público le diera la espalda decepcionada por ese reportaje con aroma a poca profundidad y rigor.
El programa ideado por Silveyra y la pareja de programadores del canal, Claudio Villaruel y Bernarda Llorente (esposa del canciller Jorge Taiana), que apuntaba a una mirada profunda de temas de interés general con el sello progresista de una televisión moderna, será reemplazado por un éxito seguro.
Se trata del nuevo programa de entretenimientos y juegos que conducirá Florencia Peña: “Flor de palabra”.
La vorágine de la campaña política, donde los dos canales líderes tomaron una posición de disputa electoral, con las críticas desde el Grupo Clarín y la pantalla otorgada al oficialismo desde la señal de Telefónica, pasó sus facturas.
El programa de la Silveyra es el primero que se aleja antes de tiempo y nadie duda de que la entrevista a la Presidenta en el tono que fue realizada sentenciara su breve paso en 2009.
Por su parte, TN, a pesar de haber ganado el rating del cable, en junio bajó en nivel de audiencia con respecto a mayo, donde araño casi los dos puntos, y por su parte Tinelli ganó y perdió.
Las semanas previas a las elecciones, con el derecho a réplica y la presencia de los verdaderos políticos en el piso de “Showmatch”, el rating lo favoreció con importantes números.
Inmediatamente después del 28 de junio, el interés se desaceleró progresivamente y tras la finalización de “Gran Cuñado”, el rating le dio la espalda al animador y productor.
Julio fue uno de los peores meses de Tinelli en el rating de los últimos años ubicándolo muchas noches en el segundo y tercer lugar.
La elecciones pasaron y en su recorrido arrojaron peleas, mensajes y posiciones tomadas que en cualquier caso siempre dejan ganadores y vencidos, pero no eternamente.
Ahora, pasado “el calor del voto”, la televisión vuelve a la normalidad, se olvida de los juegos políticos-empresariales y busca su esencia: cautivar público con productos muy populares y con la necesidad imperiosa de facturar, que buena falta hace.
De esta manera, el programa conducido por Soledad Silveyra, que en 2008 tuvo picos de rating de 17 puntos y se extendió por cinco meses con una buena aceptación del público, esta temporada apenas estuvo tres meses en el aire.
Es el primer programa que cae abatido al calor de las elecciones del pasado 28 de junio en una televisión que se metió de lleno en la campaña y ahora necesita volver a sus fuentes originales.
En los pasillos del canal del barrio de San Cristóbal, Asteriscos.Tv pudo constatar que aquel programa inicial de la temporada con el reportaje “sin concesiones” a la presidenta Cristina Kirchner marcó la caída libre del ciclo.
En esa emisión inaugural tuvo niveles de audiencia muy altos con 24 puntos, pero las duras críticas que recibió la actriz por la falta de “actitud periodística” –un perfil que había demostrado con aptitudes en 2008- hizo que el público le diera la espalda decepcionada por ese reportaje con aroma a poca profundidad y rigor.
El programa ideado por Silveyra y la pareja de programadores del canal, Claudio Villaruel y Bernarda Llorente (esposa del canciller Jorge Taiana), que apuntaba a una mirada profunda de temas de interés general con el sello progresista de una televisión moderna, será reemplazado por un éxito seguro.
Se trata del nuevo programa de entretenimientos y juegos que conducirá Florencia Peña: “Flor de palabra”.
La vorágine de la campaña política, donde los dos canales líderes tomaron una posición de disputa electoral, con las críticas desde el Grupo Clarín y la pantalla otorgada al oficialismo desde la señal de Telefónica, pasó sus facturas.
El programa de la Silveyra es el primero que se aleja antes de tiempo y nadie duda de que la entrevista a la Presidenta en el tono que fue realizada sentenciara su breve paso en 2009.
Por su parte, TN, a pesar de haber ganado el rating del cable, en junio bajó en nivel de audiencia con respecto a mayo, donde araño casi los dos puntos, y por su parte Tinelli ganó y perdió.
Las semanas previas a las elecciones, con el derecho a réplica y la presencia de los verdaderos políticos en el piso de “Showmatch”, el rating lo favoreció con importantes números.
Inmediatamente después del 28 de junio, el interés se desaceleró progresivamente y tras la finalización de “Gran Cuñado”, el rating le dio la espalda al animador y productor.
Julio fue uno de los peores meses de Tinelli en el rating de los últimos años ubicándolo muchas noches en el segundo y tercer lugar.
La elecciones pasaron y en su recorrido arrojaron peleas, mensajes y posiciones tomadas que en cualquier caso siempre dejan ganadores y vencidos, pero no eternamente.
Ahora, pasado “el calor del voto”, la televisión vuelve a la normalidad, se olvida de los juegos políticos-empresariales y busca su esencia: cautivar público con productos muy populares y con la necesidad imperiosa de facturar, que buena falta hace.