Por Leandro Selén
Ushuaia con centinela de cambio climático
8 de mayo de 2007
La ciudad fueguina de Ushuaia ha sido la primera en instalar a "Sunflower", el Centinela del Cambio Climático, un proyecto del investigador argentino Joaquín Fargas, que permite a través de una flor metálica de gran escala monitorear las condiciones ambientales, y ya despertó el interés de varios países del mundo.
"Sunflower" es una escultura en la que la ciencia y la tecnología se combinan para proponer un mensaje ambiental y social a través del arte, y se instaló en en la capital de Tierra del Fuego, con motivo de la realización de la Bienal del Fin del Mundo.
"La idea es hacer un monitoreo del cambio climático", explicó Fargas a "Asteriscos.tv", al tiempo que precisó que "las flores son como estaciones meteorológicas pero no con sentido científico puro, sino con las idea de popularizarlas".
El experto subrayó que "la gente cree que monitorear cómo se modifica el mundo es tarea de los gobiernos y de los científicos, pero en realidad es de todos".
"Sunflower propone que la gente tome conciencia que algo está pasando y que hay que seguir este cambio", indicó Fargas, quien señaló que "como estas flores tienen sistemas de transmisiones, uno puede entrar a Internet y ver la situación en todo el mundo".
Un simulacro de eso puede observarse en el sitio de Internet www.sunflowerweb.com.ar.
Básicamente se trata de una flor metálica de gran escala que, abriendo sus pétalos al amanecer, sigue el movimiento del sol.
Esos pétalos son paneles solares que generan la electricidad necesaria durante el día para las operaciones que la flor realiza y para su iluminación por la noche.
La flor es una estación meteorológica que monitorea las condiciones ambientales de su entorno: la polución del aire, la radiación UV, y distintos tipos de temperaturas.
Además, a través de tres cámaras, la flor captura imágenes del paisaje circundante, del sol y de la escultura misma en su movimiento de inclinación diario.
"Sunflower" se implanta en un espacio exterior para permitir compartir la vista del amanecer o el atardecer, verlo más de una vez por día en diferentes lugares del globo, y tomar conciencia de la radiación del sol en distintas latitudes.
En el sitio web se mantienen online las imágenes que la flor captura, al igual que los datos relativos al clima.
A su vez, se encuentran las mismas referencias de flores ubicadas en otros territorios, y el sitio puede ser consultado desde cualquier parte del mundo.
"El objetivo es crear una conexión entre los pueblos y las ideas ambientales", señaló Fargas, quien insistió con que la idea es "quitar el concepto de que el Estado o el científico se tienen que hacer cargo, sino que todos seamos responsables de que haya una menor polución".
Destacó la importancia de la primera de las flores, al precisar que "Ushuaia es uno de los cinco puntos en el mundo donde se mide la radiación de manera especial para monitorear la capa de ozono".
Sobre el interés que el proyecto despertó en otras partes, anticipó que "la segunda flor se instalaría en Canadá, y va a permitir conectar los dos polos de manera continental".
Precisó que "el costo de Sunflower es de 20 mil dólares", y afirmó que "hay interés por instalarla en Singapur, donde harán una de Titanio inoxidable, con un costo de 50 mil dólares; también en Luxemburgo, Sudáfrica, Malasia, y en los estados norteamericanos de Miami y Boston".
"La idea es generar un proyecto local en cada lugar, donde se involucren los artistas y los científicos, de acuerdo a la necesidad y el interés de cada región", sostuvo Fargas.