Las falsas creencias en relación al uso de métodos anticonceptivos aumentan la posibilidad de embarazos no deseados. Por eso, el Centro Latinoamericano Salud y Mujer hizo un un llamado a la reflexión para que todos juntos ampliemos nuestros conocimientos sobre la tecnología anticonceptiva disponible.
A más de medio siglo de la invención de los métodos anticonceptivos modernos, aún circulan viejos mitos que limitan su eficacia y producen errores en el cuidado anticonceptivo.
“Muchas de esas falsas creencias, compartidas tanto por profesionales como por usuarias, caracterizan algunos métodos como “los malos de la película”, sin que nadie se atreva a cuestionar la veracidad de dichas afirmaciones”, asegura la Dra. Alicia Figueroa, médica tocoginecóloga del CELSAM.
Los anticonceptivos orales (ACO) son un ejemplo claro de este hecho, alguna vez hemos escuchado en los medios la necesidad de hacer pausas o descansos en la toma de las pastillas. Al respecto la Dra. Figueroa advierte: “la prescripción de estas pausas resulta, sin embargo un error médico. La Organización Mundial de la Salud afirma que los descansos son perjudiciales para las mujeres que toman pastillas ya que interrumpen la protección anticonceptiva, obligan a la pareja a utilizar otros métodos que les son menos familiares, cómodos o confiables, y facilitan la reaparición de efectos adversos al reiniciar la toma de sus pastillas”.
La línea de consulta gratuita del CELSAM (0800 -888-235726) recibe al año más de 3.000 consultas sobre salud sexual y reproductiva y el 70 % de ellas se refieren a este tema. Se verifica así la paradoja de requerir una pastilla de emergencia, de menor eficacia, cuando se está “descansando” de la pastilla de uso diario, de altísima eficacia.
El Dispositivo Intrauterino (DIU) también es asociado con frecuencia a la producción de diferentes enfermedades. Uno de los mitos más comunes respecto a este, es que produce cáncer, mientras que muchos profesionales comparten la falsa creencia de que aumenta el riesgo de embarazo ectópico o fuera de lugar así como el riesgo de infecciones, ambas creencias ampliamente refutadas en la literatura científica internacional. “Debemos tener en cuenta que se trata de uno de los métodos anticonceptivos más efectivos, y que se puede utilizar de manera segura en situaciones especiales como ser el posparto inmediato, después de un aborto, como lo sugiere la OMS o incluso en mujeres que aún no han tenido hijos, si es el método que ellas han elegido”, cometa la Dra. Karina Iza, médica ginecóloga del CELSAM.
El preservativo tampoco está exento de errores costumbristas. Entre los usuarios del método suele hacérselo responsable de la disminución del placer, se dice que aprieta y que se rompe muy fácilmente. La industria, sin embargo, somete a los condones a altos estándares de controles de calidad. La causa más frecuente de su ruptura, sin embargo, son los errores en la técnica de la colocación.
Entre los profesionales, el preservativo es el método más recomendado, pero suele incurrirse en el error de indicar su uso como si se tratara de una prescripción que el paciente debería acatar sin tener en cuenta los derechos de las personas a elegir su forma de cuidado y las dificultades reales que muchas mujeres enfrentan al momento de pedirle a su compañero que lo utilice.
Finalmente, la ligadura de trompas y la vasectomía (métodos quirúrgicos) también resultan poco claros. Tanto mujeres como varones suelen ignorar que estos métodos son legales y deben ser provistos en forma gratuita por hospitales, obras sociales y prepagas a toda persona capaz y mayor de edad que así lo solicite. Suelen además temer que afecten su sexualidad, la cual en realidad resultará intacta, o aún favorecida por contar con un método de altísima eficacia.
“Los profesionales suelen tomar actitudes paternalistas sobre estos métodos. En el temor de que sus pacientes cambien de opinión, suelen dificultar el acceso y aún aplicar restricciones que la ley no prevé, como por ejemplo un determinado número de hijos o una edad alejada de los 21 años que figuran como tope en la legislación. Sin embargo el rol del profesional es informar con claridad y en forma imparcial, acerca de las características del método, su alta eficacia y la dificultad en su reversibilidad que los hacen aptos sólo para personas que eligen no tener más hijos”, asegura la Lic. Andrea Gómez, psicóloga del CELSAM.
Errores que cuestan caros
Mientras que un 25% de las mujeres en edad reproductiva no utiliza actualmente ningún método de planificación familiar, en nuestro país un 29 % de los embarazos se registran en personas que declaran estar utilizando un método anticonceptivo en forma regular y han incurrido en algún error de uso que permitió la concepción. El método que presentó más errores y por lo tanto más embarazos es el método del calendario, con un 33% de los casos. Los errores en la toma de las pastillas posibilitaron el 26% de estos casos, el preservativo un 13%, y el DIU un 8% al igual que el coito interrumpido.
Según la Dra. Iza “La automedicación, la realización de descansos, las cuentas caseras de los días fértiles, la colocación tardía o incorrecta del condón y la falta de control ginecológico del dispositivo intrauterino suelen ser los responsables de las fallas de estos métodos que, utilizados correctamente, proveen una protección muy cercana al 100%. Todo ello favorecido y sostenido por la falta de educación sexual correcta, sistemática y oportuna.”
Saber para poder pedir
En Argentina todas las personas tienen derecho a recibir información y asesoramiento sobre su salud sexual y reproductiva. Así lo establece la Ley 25.673 del año 2002 que crea el PROGRAMA NACIONAL DE SALUD SEXUAL Y PROCREACIÓN RESPONSABLE. Según este marco legal incluso los menores de edad tienen derecho a solicitar y recibir información y asistencia en todos los servicios de salud del país, sean del subsector público o privado.
Este programa nacional, compra y provee los métodos anticonceptivos a las provincias así como brinda apoyo en la implementación de las estrategias de atención y promoción de la salud sexual y reproductiva. Entre los métodos actualmente provistos por el Ministerio de Salud de la Nación se encuentran las pastillas anticonceptivas comunes y para las mujeres durante la lactancia, preservativos, DIUs, inyectables mensuales y pastillas de emergencia.
Asimismo y desde la sanción de la Ley Nacional 26.130 del año 2006, toda persona mayor de edad y considerada legalmente capaz puede solicitar la ligadura tubaria o la vasectomía como métodos de anticoncepción quirúrgica.
Sin embargo la República Argentina tiene una organización federal como forma de gobierno. Por lo tanto, cada provincia dicta sus propias leyes o adhiere a las leyes federales, modificándolas según el buen saber de sus legisladores provinciales. “Es importante tomar conciencia del buen uso de los métodos anticonceptivos, consultar con el médico la adopción de alguno de ellos y ser responsables de nuestra salud sexual y reproductiva”, concluye la Dra. Figueroa.