La obesidad es un problema mundial que se ha ido incrementando en los últimos años. Las cifras indican que aumentó en un 22% en personas de ambos sexos en los últimos años. Por esta razón, la OMS (Organización Mundial de la Salud ) la calificó como el principal problema de salud pública no reconocido que conlleva consecuencias físicas y psicológicas.
Los especialistas aclaran que la aparición de esta epidemia en el mundo depende no sólo de factores biológicos, sino también del efecto de ciertas variables ambientales y conductuales que determinan un balance energético positivo, es decir al ingresar más calorías que no se utilizan, las mismas se almacenan.
Eduardo Lombardi, subdirector del IFERE, afirmó que "el exceso de peso y la obesidad están asociados a la infertilidad y a ciertas anormalidades en las hormonas reproductivas de la mujer". Para el especialista, "el origen parecería encontrarse en trastornos en la producción de hormonas sexuales y en el metabolismo de las mismas. Además, son frecuentes las alteraciones del ciclo menstrual, la anovulación crónica, el hiperandrogenismo y el incremento de la prevalencia de diabetes mellitus".
Infertilidad y tratamiento
Estudios científicos demuestran que el exceso de peso y la obesidad se asocian muy frecuentemente con la infertilidad. Los procesos reproductivos son influenciados por la grasa corporal. Las disfunciones reproductivas ocurren en ambos extremos, es decir en el bajo como en el exceso de peso.
"El 43% de las mujeres en edad reproductiva con exceso de peso, presentan disfunciones del ciclo menstrual y el 48% posee amenorrea comparado con grupos de personas con peso normal en los cuales la alteración del ciclo se observa en el 13% de la población femenina", dijo Lombardi.
Además, agregó, "la mayoría de las mujeres obesas con infertilidad que sugiera exceso de andrógenos presenta síndrome de ovarios poliquísticos, cuya prevalencia se estima en un 5%; aunque existen casos de mujer infértiles a pesar de no presentar un estado hiperandrogénico".
"La obesidad puede reducir la fecundidad o agravarla si se asocia a ciertas alteraciones del ciclo. Las variaciones de peso son aún más influyentes en fertilidad que con respecto a la edad y en aquellas mujeres que fuman. Se aconseja a aquellas con un IMC (índice de masa corporal) excesivo mayor de 35kg/m2, disminuir su peso antes de iniciar la búsqueda del embarazo", dijo.
Para lograrlo, añadió, "se propone una dieta balanceada, actividad física y la toma de fármacos como puede ser la metformina. Esta medicación ha resultado muy efectiva en la normalización de los parámetros metabólicos del paciente y con ello lograr normalización del ciclo menstrual y ovulación. Además durante esta etapa debe considerarse la posibilidad de tomas de altas dosis de ácido fólico con el objetivo de beneficiar la salud de la madre y del bebé".
"No hay que perder las esperanzas, si bien se debe realizar un cambio de rutina, aquellas personas con sobrepeso u obesas pueden concebir y alcanzar la meta deseada", concluyó.