En las estadísticas de la población general es bastante frecuente que se produzca un aborto temprano (menor a 10 semanas) por única vez y no necesariamente esto indica la presencia de algún tipo de trombofilia.
Sin embargo, se calcula que cerca de un 3% de las mujeres en edad fértil sufre de abortos recurrentes y el 60% de estos casos están relacionados con la trombofilia. El aborto recurrente -definido como 3 o más pérdidas consecutivas- afecta al 1% de las mujeres en edad reproductiva y definido como 2 pérdidas consecutivas o más de 2 pérdidas no consecutivas afecta al 5% de las mujeres en esta etapa.
“Las trombofilias son desórdenes de la coagulación de la sangre con tendencia a la hipercoagulabilidad que resultan en un riesgo incrementado para el desarrollo de coágulos (trombosis). Estos desequilibrios de la coagulación pueden ser adquiridos y/o hereditarios y tienen una prevalencia estimada en la población de entre un 10 y un 15%. Inicialmente se observó el riesgo aumentado que presentaban estas mujeres para hacer trombosis. En los últimos años se observó que las mujeres portadoras de trombofilia presentaban mayor riesgo de padecer ciertas complicaciones durante el embarazo (aborto recurrente y complicaciones vasculares placentarias tardías como la muerte fetal tardía), debido a la formación de coágulos en la microvasculatura placentaria”, comenta la Dra. Adriana Sarto del Deparamento de Hematología de la reproducción de Halitus Instituto Médico.
Y continua, “tener trombofilia no causa indefectiblemente complicaciones gestacionales. Sin embargo, cuando los médicos detectan que hay un riesgo alto de trombosis, o trombofilia -que se asocia con abortos recurrentes- pueden suministrar dosis profilácticas de medicamentos capaces de hacer menos espesa la sangre y ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos”.
Del 6 al 8 de febrero del corriente año se llevó a cabo en Praga el “3rd Internacional Symposium on Women´s Health Issues in Trombosis and Haemostasis” organizado por los doctores Benjamín Brenner de Israel e Ian Greer de UK. En ese contexto, la Dra. Adriana Sarto y la Dra. Cecilia Pappalardo presentaron dos trabajos científicos relacionados con la experiencia de Halitus Instituto médico en el tratamiento de mujeres con trombofilia y antecedente de complicaciones gestacionales.
El primer trabajo, "Dosis ajustadas de enoxaparina y aspirina en mujeres con aborto temprano recurrente y trombofilia: Evolución gestacional y variables pronósticas", tuvo como objetivo evaluar la evolución gestacional de mujeres con 2 o más abortos tempranos; preclínicos, es decir, menores a 6 semanas y/o embriónicos, esto es, de entre 6 y10 semanas; quienes eran portadoras de trombofilia e identificar cuales eran las variables pronósticas que condicionaban la evolución de esos embarazos bajo tratamiento.
El estudio incluyó 634 mujeres, con una media de edad de 35 años y un rango de 24 a 48 años, con antecedente de aborto temprano recurrente (media de 3 y rango: 2-15 abortos), en quienes se detectó trombofilia. Según la Dra. Sarto, “estas mujeres, luego del diagnóstico de trombofilia cursaron 840 embarazos bajo protocolo terapéutico con Heparina de Bajo Peso Molecular (un anticoagulante que se aplica diariamente de manera subcutánea durante el embarazo) y aspirina en bajas dosis.
Aún no hay coincidencia entre los investigadores en el mundo si se deben usar dosis fijas o ajustadas de heparina. Pero los embarazos tratados tuvieron una buena evolución con una tasa de nacidos vivos del 78.2%. Fue significativamente baja la tasa de retardo de crecimiento intrauterino (1%) y preeclampsia (1.4%), complicaciones frecuentes en embarazos de mujeres con trombofilia que no reciben tratamiento”.
Y continuó: “se asoció con buen prónostico la menor edad de la mujer (esto es independiente de la trombofilia y se deduce de la menor probabilidad de tener abortos de causa cromosómica por la calidad de los óvulos) y el nivel de Heparinemia mayor a 0.4 U/ml realizado entre la semana 5-9 de gestación que también se asocio a menor tasa de aborto.
El segundo trabajo presentado en Praga por la Dra. Cecilia Pappalardo, fue sobre “Muerte fetal de tercer trimestre asociada a trombofilia: Resultados de subsecuentes embarazos tratados con dosis ajustada de enoxaparina y aspirina”. Pappalardo dice “Incluimos en este estudio129 mujeres con antecedente de muerte fetal intrauterina de más de 22 semanas, portadoras de trombofilia. Ellas cursaron 168 embarazos bajo tratamiento con heparina a dosis ajustada y aspirina. La tasa de nacido vivo en los embarazos tratados fue 79.8%.”, comentó la especialista.
Historia
El primer trabajo realizado por Halitus Instituto Médico que demostró en forma fehaciente que el tratamiento con heparina disminuía la tasa de abortos preclínicos en mujeres con antecedentes de abortos recurrentes y trombofilia fue hecho sobre 162 mujeres que cursaron un total de 180 embarazos bajo tratamiento con heparina de bajo peso molecular. Y se logró tener una tasa de nacidos vivos del 84,5%. El trabajo recibió un premio internacional "Mejor Trabajo de Investigación Clínica” en el XVIII Congreso Internacional de Hemostasia y Trombosis organizado por el grupo CLAHT, en 2003.
En 2005, Halitus Instituto Médico presentó en un congreso internacional los resultados de 600 embarazos tratados con heparina de bajo peso molecular en el que se comprobaba la reducción de abortos preclínicos y clínicos, en una ampliación del estudio anterior, con una tasa de nacido vivo de 85%. En 2007, el equipo de Halitus presentó un nuevo trabajo con resultados significativos cuya conclusión fue que la tasa de aborto sin tratamiento fue de 77,4% y con tratamiento de 17,6%.
El diagnóstico es simple, requiere un análisis de sangre en un laboratorio específico de hemostasia en un período fuera del embarazo. Si en un embarazo anterior la mujer presentó trombofilia que incidió en la pérdida, la probabilidad de nacido vivo en un embarazo posterior es de 20%. Pero si es tratada con aspirina infantil es del 40% y si es tratada con heparina de bajo peso molecular es de 85%. El tratamiento con heparina de bajo peso molecular reduce las tasas de abortos clínicos y preclínicos. De esta manera, actualmente se consigue tratar a las pacientes y evitar las complicaciones durante sus embarazos.
Actualmente, el equipo está orientado a investigar alternativas terapéuticas en mujeres refractarias al tratamiento con heparina y nuevas formas de seguimiento de laboratorio en el control de los embarazos tratados con heparina.