Acaban de iniciarse en tres países africanos los ensayos clínicos de un nuevo fármaco que podría eliminar la oncocercosis, o «ceguera de los ríos», que figura entre las principales causas infecciosas de la ceguera en el continente.
Se está investigando el potencial del medicamento en cuestión, la moxidectina, para matar o esterilizar a los ejemplares adultos del Onchocerca volvulus, el parásito causante de esta enfermedad.
«Esta devastadora enfermedad lleva siglos azotando a 30 países africanos, en particular a las poblaciones de las zonas más remotas y alejadas del resto del mundo», dice la Dra. Uche Amazigo, Directora del Programa Africano de Lucha contra la Oncocercosis (APOC).
«En estos momentos, más de 100 millones de personas, concentradas mayormente en África, aunque también en algunas pocas zonas de reducida superficie de las Américas y el Yemen, corren el riesgo de infectarse».
La oncocercosis se conoce también como «ceguera de los ríos» porque los gusanos que la transmiten se crían en ríos de corriente rápida y porque la ceguera es el síntoma más discapacitante de esta enfermedad, que provoca además una afección cutánea de efectos debilitantes.
El desarrollo de la moxidectina como remedio contra la oncocercosis se enmarca dentro de una colaboración del Programa Especial de Investigaciones y Enseñanzas sobre Enfermedades Tropicales (TDR), cuya ejecución corre a cargo de la OMS, y Wyeth Pharmaceuticals. Los trabajos en curso abarcan desde el desarrollo de una formulación para uso humano y ensayos iniciales en voluntarios sanos, hasta investigaciones clínicas y estudios comunitarios en África. El Programa, que cuenta con la colaboración de instituciones e investigadores africanos, está logrando avances en la creación de capacidad y la gestión de la realización de ensayos clínicos en el continente.
Si el desarrollo de este fármaco culmina con éxito y se obtiene el dictamen científico positivo de la Agencia Europea para la Evaluación de Medicamentos, Wyeth Pharmaceuticals, con la asistencia de la OMS, solicitará su autorización por las instancias reguladoras nacionales de los países en los que esta enfermedad es endémica.
La Dra. Henrietta Ukwu, Vicepresidenta de Wyeth Pharmaceuticals, declara: «Wyeth tiene el firme propósito de mejorar el acceso a fármacos y productos biológicos innovadores en todo el planeta, en particular en el mundo en desarrollo. Los datos obtenidos hasta la fecha en relación con la moxidectina son prometedores; ahora que el programa avanza hacia la realización de estudios más amplios de fase III, confiamos en que la moxidectina acabará constituyendo un avance significativo en la lucha contra esta terrible enfermedad».
Dentro de esta iniciativa, el TDR trabajará en colaboración con instituciones e investigadores africanos. Se contratarán para el estudio 1500 personas en 4 centros de Guinea, Liberia y la República Democrática del Congo. Los preparativos, que se iniciaron en 2007, incluyeron la creación de un centro de investigación clínica en el distrito de Lofa, en Liberia, y otro en la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo, así como la restauración en Ituri (también en la República Democrática del Congo) de edificios abandonados desde a guerra.
Todos los centros se han dotado con el equipo necesario, y los equipos de investigación han recibido la capacitación requerida para realizar el ensayo de conformidad con las normas internacionales pertinentes.
El Dr. Robert Ridley, Director del TDR, observa: «Trabajamos con las autoridades nacionales y los asociados en los países para reforzar la capacidad y la infraestructura de investigación. Gracias a la capacitación que les ofrecemos y la experiencia que adquieren en el marco de los estudios patrocinados por el TDR, los investigadores y profesionales de la atención de salud pueden llevar a cabo más adelante otras investigaciones clínicas, lo que propicia el fortalecimiento de los sistemas de investigación sanitaria de los países participantes».
El ensayo se realizará a lo largo de los próximos dos años y medio. Actualmente la enfermedad se controla con la ivermectina, medicamento que viene donando desde hace más de 20 años la empresa farmacéutica Merck & Co. Inc. para los países con oncocercosis endémica. El tratamiento con ivermectina ha supuesto un gran avance para el control de la enfermedad, y hoy día llega a más de 60 millones de africanos cada año.
Sin embargo, la ivermectina mata la larva de O. volvulus pero no los ejemplares adultos, por lo que es necesario administrar tratamientos anuales durante largos periodos (11 a 14 años como mínimo) para asegurar el debido control de la enfermedad. Si se comprueba que la moxidectina mata no sólo las larvas sino que esteriliza y mata también los ejemplares adultos, es posible que se logre interrumpir el ciclo de transmisión al cabo de alrededor de 6 rondas anuales de tratamiento. El fármaco podría distribuirse a través de los mecanismos dirigidos por la comunidad creados, en colaboración con el APOC, una serie de programas de control de la oncocercosis africanos y diversas ONG, para la distribución de la ivermectina.