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Lesiones deportivas: prevenirlas y diagnosticarlas
4 de junio de 2009
En el marco del Workshop Internacional que se realizó en el Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano, las lesiones deportivas y su diagnóstico adecuado a través de las imágenes, fue uno de los temas centrales que abordaron destacados profesionales del ámbito internacional y nacional: Raúl Madero (Médico de la FIFA), Alejandro Rasumoff (Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano), Franz Kainberger (Jefe del Departamento de Diagnóstico Radiológico University of Viena, Austria), entre otros.

Las lesiones deportivas pueden ser comunes a toda persona que realiza en forma regular u ocasional un deporte, pero la posibilidad se incrementa aún más en los casos de deportistas de alta competencia. Ello se debe a varios factores, principalmente a que el deporte se vuelve cada año más competitivo y las exigencias para superar las marcas y técnicas de cada disciplina son cada vez mayores.

Tanto la falta de entrenamiento como exceso del mismo, constituyen otro de los factores que inciden en la posibilidad de tener una lesión, principalmente las denominadas musculares.

“El inadecuado diagnóstico y/o su tratamiento deficiente constituyen la causa más claramente reconocida como factor provocador de nuevas lesiones musculares en la misma topografía”, declaró el Dr. Alejandro Rasumoff, del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano.

Un diagnóstico precoz y preciso constituye unos de los avances más importantes para la evaluación y posterior tratamiento de las distintas lesiones. La imagenología, a través del Ultrasonido y la Resonancia Magnética, permiten realizar de forma no invasiva un diagnóstico con exactitud, no sólo en los huesos sino también de las partes blandas como: músculos, ligamentos, cápsulas articulares, acumulación de líquido, entre otras.

“Las imágenes constituyen hallazgos objetivos que permiten controlar la evolución de la recuperación de un deportista lesionado”, declaró el Dr. Rasumoff.

El ultrasonido, tienen tanto un valor predictivo como diagnóstico y la ventaja de poder realizarse in situ. Permite detectar la lesión y saber el grado de compromiso de la misma, y a partir de allí se puede predecir su gravedad para determinar el lapso de tiempo que un deportista deberá permanecer fuera de competencia. Esta tecnología se aplica principalmente en las lesiones del tendón de Aquiles, musculares y de hombro.

“La Resonancia Magnética es utilizada para diagnosticar y realizar el seguimiento de las lesiones deportivas ya que permite observar con precisión los tejidos blandos osteoarticulares (discos, ligamentos, articulaciones), tanto en columna, rodilla, tobillo como en otros territorios de frecuente afección en lo deportivo” declaró el Prof. Dr. Ricardo García Mónaco, Jefe del servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital italiano.

El trabajo interdisciplinario (Imágenes, traumatología, Kinesiología, cirugía), como así también la formación de los profesionales especializados y capacitados en el diagnóstico por imágenes, juegan un rol fundamental para su correcta detección y seguimiento.

Lesiones habituales en los distintos deportes

Fútbol:
Las lesiones características: las musculares, las ligamentarias en la rodilla y lesiones insidiosas de evolución crónica como la pubialgia y el tobillo del futbolista o síndrome de fricción
• Lesiones musculares en miembros inferiores: constituyen la causa más frecuente de imposibilidad temporal de practicar deportes y de ausencia en competencias. Los desgarros y contusiones ubicados en el muslo representan hasta el 30% de las lesiones en la práctica del futbol, y entre un 8 y 22% de las lesiones en competencias organizadas por la FIFA (Federación Internacional de Football Asociados).

La alta predisposición a sufrir lesiones musculares se debe al tipo de exigencia al que se somete a las fibras, con aceleraciones y desaceleraciones bruscas, y cambios en la dirección de la carrera.

Los músculos isquiotibiales se encuentran entre los más afectados por los desgarros y el cuádriceps es el más comúnmente comprometido por contusiones.
En la pierna, tanto los gemelos como el sóleo, pueden sufrir desgarros y con menor frecuencia contusiones.

Resulta importante para el examen por imágenes, saber que las lesiones por estiramiento o desgarros se producen, en lo que se conoce como el eslabón más débil de la cadena constituida por la unión hueso-tendón-músculo. Este punto está representado en los deportistas adultos por las uniones miotendinosas, aunque en los jóvenes con maduración esquelética incompleta está ubicado en las uniones hueso-tendón.

• Lesiones ligamentarias de la rodilla: esta articulación está particularmente expuesta a sufrir contusiones directas o esguinces. Estos últimos pueden resultar lesiones mínimas que no requieran otro tratamiento que la inmovilización o el reposo o lesiones severas de resolución quirúrgica y que implican un largo período de ausencia de las competencias deportivas y de recuperación.

Las imágenes deben establecer el estado de los diferentes mecanismos de estabilización articular, algunos de los cuales puede resultar de difícil evaluación clínica en etapas agudas.

Resulta importante conocer el mecanismo lesional, para intuir el o los ligamentos afectados. En los casos donde existe un componente traumático puramente perpendicular al eje articular y en sentido medial o lateral, se espera la afectación de los ligamentos colaterales. Los ligamentos cruzados se ven afectados cuando la fuerza traumática sigue un eje antero-posterior, en forma aislada o lo que resulta más frecuente, en combinación con fuerzas rotacionales.

• Pubalgia: el dolor pubiano o pubialgia es producto de una lesión en la propia sínfisis, o lo que es mucho más frecuente en las inserciones de los tendones vecinos, los aductores y el recto interno por debajo del pubis y los rectos abdominales por encima del mismo.

La pelvis transmite las fuerzas del tronco a los miembros inferiores y algunos gestos deportivos producen como efecto aumentar la carga que soportan los huesos entre 2 y 3 veces el peso del tronco. Hay alguna predisposición a sufrir este tipo de dolor en corredores o jugadores de la línea media del campo de juego, especialmente mediocampistas que realizan traslados laterales frecuentes durante los partidos. Se pueden producir lesiones agudas o crónicas, habitualmente por sobre uso.

• Impingement tobillo: tan característico de este deporte es la fricción crónica de esta articulación que también se lo conoce como tobillo “del futbolista”. Se piensa que tanto la flexiones plantar como dorsal extremas llevan a la tracción cápsulo-ligamentaria, así como también los bruscos cambios de dirección durante la carrera o manejo de la pelota.

Rugby
* Columna cervical: Las lesiones del raquis cervical afectan entre un 10 y un 15% de los jugadores de fútbol americano y a un porcentaje algo menor de rugbiers, aunque varía de acuerdo a la posición que el jugador ocupe en el juego. Aún cuando su frecuencia no es alta, sus consecuencias pueden resultar devastadoras, siendo las lesiones espinales de origen deportivo la segunda causa en frecuencia en menores de 30 años.

El raquis es una estructura que cumple simultaneamente con las funciones de sostén del peso corporal, resguardo de la médula espinal y eje del movimiento del torso y aún más de la cabeza. Todo deporte de contacto o de alta carga cinética pone en riesgo la indemnidad de la columna, sin embargo, la relación entre el continente y el contenido puede determinar que una misma lesión resulte catastrófica para un jugador y leve para otro.

La capacidad de reserva espinal (CRE), entendido como aquélla que excede al requerido por la médula en el interior del conducto, varía en forma individual.
Algunas federaciones de rugby en el mundo han comenzado a resguardar la salud de los jugadores, impidiendo que aquellos que posean una CRE disminuida practiquen este deporte.

La URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires) además de los controles rutinarios cardiológicos y clínicos, estudia particularmente la columna cervical con el propósito de prevenir las serias lesiones medulares que si bien no son la más frecuentes de este deporte, si son las más graves por su potencial mortalidad y las secuelas que provoca.

Para ello se dispone de estudios que estiman cual es la población de riesgo de acuerdo a la relación entre los diámetros del conducto y de la columna. Entre ellos el índice de Torg-Pavlov, utilizado en radiografías simples. Secuela de fracturas previas, lesiones discales o compromiso del arco posterior pueden producir reducción de la CRE. La Tomografía Computada y la Resonancia Magnética resultan métodos más precisos para estimar este volumen.

La Unión de Rugby de Buenos Aires suscribió un acuerdo con la Fundación de Diagnóstico y Tratamiento por Imágenes (FUDITRIM) y el Servicio de Imágenes del Hospital Italiano mediante el cual, todos aquellos jugadores afiliados a clubes de la U.R.B.A. que lo deseen, cuenten o no con obra social, puedan realizar los estudios “Indice de Torg y Pavlov” y radiografía de “Tórax Frente” sin cargo alguno en el Servicio de Imágenes del Hospital Italiano.

* Luxación gleno-humeral: por el hecho de resultar un deporte de contacto, y expuesto a caídas reiteradas, la articulación gleno-humeral sufre el precio de ser la más inestable del cuerpo. El mecanismo más frecuente es el desplazamiento anterior del brazo, producto de un impacto desde atrás, cuando se encuentra en abeducción y rotación externa. Al igual que lo que sucede en luxaciones ocurridas fuera de la práctica deportiva, el desplazamiento anteroinferior de la cabeza humeral es lo que más frecuentemente se encuentra.

Tenis
En este deporte, la mecánica del golpe es fundamental para la producción de lesiones por sobre uso en algunas articulaciones o en algunos tendones. La competencia sobre superficies duras y rápidas ha provocado que algunos golpes resulten determinantes para conseguir ventajas y es por ello, que el saque puede resultar un arma fundamental en la estrategia del jugador.

El movimiento del hombro en el saque genera stress sobre el manguito rotador y la articulación glenohumeral y entre ellos sobre el complejo labrum-bíceps. Ya sea por sobre uso o por microinestabilidad es capaz de lesionarlo. Las lesiones tipo SLAP son responsables de la sintomatología dolorosa en algunos de estos deportistas.

Finalmente se mencionan el clásico “codo de tenista” y lesiones musculares localizadas en el tronco, sobre la pared abdominal anterior, en el dorso o en manguito rotador

Voley
Lesiones del manguito rotador: El hombro es particularmente exigido en este deporte, aunque de acuerdo a la función del jugador hay mayor o menor uso de los musculos y tendones que lo integran.

Los rematadores realizan durante el golpe un movimiento de alta velocidad y potencia, ejerciendo sobre el hombro y la musculatura implicada un stress que es homologable al lanzamiento por encima de la cabeza de otros deportes como beisbol o tenis.
Los tendones del supraespinoso y de la porción larga del bíceps pueden sufrir desgarros parciales o con el paso del tiempo y la continuidad en la actividad lesiones de espesor completo.

Rodilla del saltador: Se conoce como rodilla del saltador a las lesiones del tendón patelar producidas por la realización de saltos en forma reiterada. Afecta a jugadores juveniles o adultos jóvenes que practican deportes como el voley, el basketball, y algunas disciplinas atléticas, que requieren de saltos casi permanentes durante el juego y provocan el sobre uso del cuadriceps, y de su tendón, de la articulación patelo-femoral y del tendón rotuliano. Con frecuencia hay compromiso bilateral.