Un equipo de investigadores estadounidenses revirtió los síntomas de la esclerosis múltiple realizando trasplantes de células madre, con los que reinició los sistemas inmunes de pacientes que padecían la enfermedad en estadio temprano.
Alrededor del 81 por ciento de los pacientes del estudio en fase inicial presentaron señales de mejora con el tratamiento, que empleó quimioterapia para destruir el sistema inmune e inyecciones en la médula espinal de células tomadas de antemano de los propios pacientes y reconstituidas.
"Volvimos a empezar con nuevas células provenientes de células madre", dijo el doctor Richard Burt, de la Northwestern University en Chicago, cuyo estudio fue publicado en la revista Lancet Neurology.
La esclerosis múltiple (EM) se produce cuando el sistema inmune ataca por error la cubierta de mielina que protege a las células nerviosas. La condición afecta a 2,5 millones de personas en todo el mundo y puede causar enfermedad leve en algunos pacientes y discapacidad permanente en otros.
Los síntomas incluirían entumecimiento o debilidad en las extremidades, pérdida de la visión e inestabilidad al andar.
"La EM suele aparecer en los adultos", dijo Burt en una entrevista telefónica. Antes de contraer la enfermedad, los sistemas inmunes de los pacientes funcionan bien, pero algo sucede y hace que el sistema inmunológico se ataque a sí mismo.
Este nuevo enfoque busca volver el tiempo atrás, al momento antes de que el sistema inmune comenzara a atacarse a sí mismo.
Burt dijo que el mecanismo, llamado trasplante autólogo no mieloablativo de células madre hematopoyéticas, es un poco más suave que la terapia usada en los pacientes con cáncer, dado que en lugar de destruir por completo la médula, ataca sólo su componente inmunológico, lo que lo vuelve menos tóxico.
El equipo de Burt probó el tratamiento en 21 pacientes de entre 20 y 53 años que padecían esclerosis múltiple recurrente-remitente, que es un estadio más temprano de la enfermedad en el cual los síntomas aparecen y desaparecen.
Después de un seguimiento de aproximadamente tres años, 17 pacientes mejoraron al menos en una medición en una escala de discapacidad y la dolencia se estabilizó en todos.
Los pacientes continuaron mejorando hasta 24 meses después del trasplante y luego se estabilizaron. Muchos presentaron mejoras en el andar, la visión, la incontinencia y la fortaleza de las extremidades.
"Hasta la fecha, todas las terapias para la EM fueron diseñadas y aprobadas por desacelerar la tasa de deterioro neurológico. Ninguna de ellas había revertido jamás la disfunción neurológica, que es lo que hace ésta", indicó Burt.
El autor destacó que el tratamiento debe ser evaluado en ensayos clínicos científicamente más rigurosos, en los cuales a la mitad de los pacientes se les efectúe el trasplante y a la otra mitad se les administre la terapia estándar. Ese tipo de investigaciones ya están en marcha.