Respirar humo de tabaco ajeno es "peligroso para la salud y un grave problema de salud pública", según advirtieron especialistas, pese a que en los últimos días se
publicaron informes que afirmaban lo contrario.
Los expertos explicaron que en Argentina mueren 6.000 personas por año debido al humo de tabaco ajeno y consideraron que "se salvarían más de 100.000 vidas por año si todo el continente fuera 100 por ciento libre de humo". Días atrás, la Coalición Internacional contra la Prohibición (TICAP) publicó los argumentos sobre por qué se opone a los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco.
No obstante, la Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (ALIAR) remarcó la necesidad de "acercar argumentos avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y esclarecer que este tipo de maniobras, tal como ha sido denunciado reiteradamente en publicaciones científicas, serían impulsadas en todo el mundo por
la industria tabacalera para hacer fracasar las iniciativas de ambientes libres de humo de tabaco".
"Ya no existe discusión sobre el efecto del humo de tabaco ajeno en la salud. En 1993 la Agencia de Protección del Medioambiente de los Estados Unidos elaboró un informe sobre el efecto negativo para la salud del humo de tabaco ajeno que fue impugnado judicialmente por la industria tabacalera", señaló ALIAR en un comunicado de prensa.
"Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos falló a favor de la publicación del informe, aunque la industria logró que se frenara su publicación casi una década", agregó la entidad.
La organización destacó que "está probado" que la legislación que regula espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco "salva vidas a través de la protección contra la exposición al humo de tabaco ajeno, favorece considerablemente la cesación tabáquica
(sic), reduce el inicio de los jóvenes en el consumo de tabaco, y a su vez, favorece la salud y garantiza derechos esenciales de los trabajadores".
En ese sentido, indicó que esta medida "reduce el consumo y reduce la aceptabilidad social de la adicción al tabaco, la industria tabacalera reconoce al problema del humo de tabaco ajeno como la principal amenaza contra su rentabilidad".
"La estrategia de la industria contra los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco tiene varios frentes. Financia programas de consultores científicos para generar controversia en relación a la evidencia del peligro del humo de tabaco ajeno",
añadió la Alianza.
Además, denunció que los argumentos de la industria "aparecen en boca de grupos de fachada o asociados como las asociaciones hotelero gastronómicas, agencias de publicidad, medios de comunicación, grupos de defensa de los derechos de los fumadores, funcionarios políticos, entre otros".
"Estos grupos hacen eje en un cuerpo de argumentos utilizados por la industria desde hace tiempo: la libertad de elegir, los derechos de los fumadores, la existencia de espacios para fumadores, los aparatos purificadores de aire, el supuesto rechazo
social a estas leyes, las supuestas pérdidas económicas para el sector hotelero gastronómico y de salas de juego", agregó.
Al respecto, ALIAR puso de relieve que "todos estos argumentos carecen de un respaldo científico y son fácilmente rebatibles, sin embargo siguen siendo utilizados".
"Contrariamente al argumento de las organizaciones como la TICAP, de que estas leyes constituyen una prohibición a fumar, la legislación de ambientes 100 por ciento libres de humo no implica prohibir fumar, sino regular donde se puede fumar para evitar daños graves a terceros", señaló la Alianza.
En la actualidad se conocen más de 250 sustancias cancerígenas de las más de 4.000 que se han identificado en el humo de tabaco, entre las que se encuentran el
polonio 210, cadmio, cianuro de hidrógeno, benceno. Por tal motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto a prestigiosas entidades médicas y científicas de Estados Unidos, Canadá y Gran
Bretaña, acepta que el humo de tabaco ajeno "es una causa de enfermedad y muerte probada".
Tres informes publicados en los últimos años por la International Agency for Research on Cancer (IARC 2004), la California Environmental Protection Agency (CalEPA 2005) y la United States Surgeon General’s Report (2006) concluyen que la
exposición al humo de tabaco ajeno:
* aumenta de 2 a 5 veces el riesgo de muerte súbita del lactante, que se produce en niños menores de un año
* aumenta hasta un 40 por ciento el riesgo de padecer asma y, en niños asmáticos, aumenta la frecuencia de las crisis
* aumenta un 70 por ciento los episodios de catarro de vías aéreas superiores y de infecciones respiratorias como la neumonía y la otitis
* aumenta un 30 por ciento el riesgo de enfermedad cardiovascular
* aumenta un 25 por ciento el riesgo de padecer cáncer de pulmón
* aumenta el riesgo de desarrollar asma y la frecuencia de
crisis asmáticas
* aumenta hasta un 70 por ciento el riesgo de cáncer de mama, particularmente cuando la exposición se da en mujeres jóvenes
* aumenta el riesgo de enfermedades crónicas respiratorias, con aparición de síntomas como tos, catarro, flemas y fatiga
La Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (ALIAR) desarrolló una serie de investigaciones que evalúan el impacto de las leyes 100 por ciento libres de humo. Las conclusiones indican que la prohibición de fumar en bares y restaurantes no genera un impacto económico negativo y que los trabajadores gastronómicos demostraron mejoras sustanciales en su salud respiratoria.
Las mediciones de contaminación por humo de tabaco en bares y restaurantes de todo el país han demostrado que sólo las leyes 100 por ciento libres de humo son eficaces para eliminar las partículas tóxicas y cancerígenas del humo de tabaco ajeno.