El factor predisponente más importante para desarrollar cáncer de pulmón, entre los
habitantes de cualquier rincón del mundo, es sin lugar a dudas
el cigarrillo.

De acuerdo a los expertos, al ser encendido, el tabaco da lugar a que se inhalen aproximadamente cuatro mil sustancias, de las cuáles alrededor de 60 son consideradas cancerígenas. De ellas, la más conocida es la nicotina.

"Pero no sólo los cigarrillos son cancerígenos", advierte la oncóloga Miryam Losanovscky, de la Asociación de Medicina Respiratoria (AMR), ya que remarcó que "el fumar en pipa aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón".

De todas maneras, ante cualquier forma de consumo de tabaco, la amenaza está relacionada con la cantidad que se inhale por día, la edad de comienzo, el número de años de fumador, y la forma de aspirar el humo.

Otro factor de riesgo importante es también lo que se conoce como humo del medio ambiente, que es el producido cuando alguien fuma. La persona que está en contacto con este humo es conocida como "fumador pasivo" o "involuntario", pero el hecho de que no
sean ellos los que prendan un cigarrillo, no quiere decir que no estén expuestos a sus peligros.

"Su riesgo también aumenta con el tiempo y cantidad de humo de tabaco a la que están expuestos los fumadores pasivos", alertó la médica.

Existen otros agentes relacionados con el desarrollo de esta enfermedad como "el contacto con algunas sustancias radioactivas y la exposición a ciertos productos derivados del uso de los combustibles", añadió.

Frente a estos factores, en su mayoría evitables, "lo mejor para prevenir el desarrollo del cáncer de pulmón es no fumar o dejar de fumar cuanto antes".

"Cuanto antes se deja de fumar, mejor, aún si se ha fumado por muchos años. Porque nunca es demasiado tarde para beneficiarse por dejar este hábito tan dañino para el organismo", indicó.