Nochebuena y Año Nuevo son dos momentos donde la mayoría de las personas pierden el control a la hora de cenar, por lo que los especialistas sugieren moderación para evitar los clásicos "atracones" que tantos trastornos ocasionan luego y comer con normalidad durante el día.
De todas maneras, los expertos recomiendan "no autoexcluirse de las mesas festivas con dietas imposibles y poco eficaces", para luego aconsejar que lo más importante "pasa por saber decir basta y seleccionar en conjunto un menú saludable".
"Siempre y cuando no se convierta en regla, la Nochebuena y el Fin de Año deben ser para compartir y disfrutar de la entrada, el plato principal y un rico postre, dejando de lado las dietas que excluyen a las personas de la reunión", señaló la nutricionista María Laura Sansalone, miembro del Programa Salud Activa del Ministerio de Salud bonaerense.
La especialista sostuvo que uno de los errores más comunes que se comete "es comer lo menos posible durante las horas del día del 24 y el 31 para luego devorar grandes porciones durante la noche; así se llega a la cena con mucha hambre".
En este sentido, los nutricionistas indican que si la persona hizo las cuatro comidas diarias más dos colaciones es menos probable que, cuando llegue la hora de cenar, ingiera más de la cuenta.
"El hábito de comer varias veces al día con un desayuno energético vale para los días de fiesta y para el resto del año, porque sino uno come por la noche mucho más de lo que el cuerpo necesita para ir a dormir, ese exceso se convierte en reserva que el organismo transforma en grasa y, por consiguiente, en sobrepeso", explicó.
Además, la experta destacó que "buena parte de esta prevalencia se debe al hábito de comer demasiado de noche y poco durante el día".
"La curva de alimentación debería ser descendente, más cantidad a la mañana y mediodía y, con el correr de las horas, porciones más chicas, sin embargo en la Argentina no hay cultura del desayuno y eso juega en contra de la buena nutrición", agregó.
Con respecto al menú, Sansalone consideró que "las carnes asadas son una gran opción porque esa forma de cocción preserva todas las propiedades de los alimentos", aunque luego sugirió que "lo ideal sería optar por carnes magras y acompañarlas con ensaladas de vegetales".
A su vez, la nutricionista recomendó postres que contengan frutas, incluso si van acompañadas de cremas heladas.
"No hace falta abandonar el turrón, el pan dulce y las garrapiñadas que son tan ricos, pero para no excederse es necesario que se haya comido bien durante todo el día", aseguró.
En cuanto a las personas que deben someterse a una dieta por problemas de salud específicos como la diabetes o la hipertensión, los especialistas señalan que no es necesario que busquen otro menú, sólo se trata de adaptar lo que come el resto de los comensales a las necesidades particulares, como no agregar sal si se tiene problemas de presión alta y evitar agregados de azúcares en la porción destinada a las personas con exceso de glucosa.