Importantes avances científicos confirmaron que es posible demorar la progresión de la
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que afecta a más de 3 millones de personas en Argentina.
La EPOC es una enfermedad en notable crecimiento en todo el mundo y, si bien la cesación tabáquica es considerada la herramienta clave para evitar su desarrollo, en los casos en los que la patología ya ha sido diagnosticada, un tratamiento adecuado
es fundamental para asegurar la calidad de vida del paciente.
En la actualidad, a diferencia de lo que se consideraba como la única herramienta para la disminución del deterioro de la función pulmonar, los resultados del estudio estudio TORCH, publicado en el American Journal of Respiratory & Critical Care Medicine, destacaron que la combinación de salmeterol y propionato de fluticasona demostró reducir la tasa de declinación de la función pulmonar, desde 55 ml/año con placebo a 29 ml/año, a lo largo de tres años.
Estos datos, destacaron a esta combinación como el primer tratamiento farmacológico que influye positivamente en la función pulmonar y negativamente en la progresión de la enfermedad. Junto con este resultado positivo, el análisis demuestra que, dada la naturaleza progresiva de la EPOC, reducir la pérdida de función pulmonar constituye una meta fundamental en la evolución de los pacientes.
En la ampliación de los resultados del estudio TORCH, recientemente presentados, se demostró que aún los pacientes que no presentaban antecedentes de exacerbaciones (un agravamiento repentino de los síntomas) al recibir esta combinación, también se
vieron beneficiados por la reducción del índice de exacerbaciones durante el período de tres años de duración del estudio, a pesar de que dichos eventos sean un indicador de la progresión de la enfermedad.
La EPOC es una enfermedad crónica, caracterizada por la limitación de flujo de aire que no es totalmente reversible, produciendo así una amplia variedad de síntomas que afectan notablemente la calidad de vida de quienes la padecen. Se estima que 250 personas por hora mueren a causa de la misma y que si bien es una enfermedad con mayor prevalencia en hombres, en un futuro un mayor número de mujeres tendrá riesgos de desarrollarla.
Esta enfermedad ocasiona inflamación de las vías aéreas, cambios estructurales en los pulmones y por consiguiente, dificultades en la respiración, tos crónica, fatiga, mucosidad excesiva y disnea. La exposición prolongada e intensa a algunos químicos, al polvo y a la polución interior/exterior, así como el tabaquismo, pueden incrementar el riesgo de padecerla, como también agravar los síntomas.
Actualmente, la EPOC es una enfermedad sub-diagnosticada y sub-tratada, ya que el 80 por ciento de los pacientes que la padecen desconocen su condición. La ausencia de síntomas graves en la fase precoz de la enfermedad hace que la EPOC se desarrolle lentamente, principalmente en adultos mayores o iguales a 40 años de edad.
Las pautas de tratamiento actuales recomiendan los broncodilatadores de corta duración como tratamiento de primera elección, seguido de broncodilatadores de acción prolongada para pacientes con una enfermedad moderada y, para los casos de EPOC
moderada a severa, se recomienda el uso de corticoesteroides, como por ejemplo el propionato de fluticasona.
Estudios retrospectivos publicados con anterioridad indicaron que el uso concurrente de salmeterol (un LABA) y propionato de fluticasona puede asociarse con un efecto beneficioso sobre la mortalidad en los pacientes a los que se diagnosticó EPOC.