Por el aumento de la expectativa de vida de la población, es esperable que la mujer viva cerca 25 a 30 años más luego de la menopausia por lo cual, es de suma importancia aprender los cuidados y prevenir trastornos de esta etapa. La osteoporosis es uno de los principales y afecta a una de cada tres mujeres mayores de 50 años en nuestro país.
Para algunas mujeres este período es un reto por las dificultades físicas y emocionales, para otras es un momento de plenitud personal, y para otras una combinación de lo anterior que requiere un esfuerzo adicional y el apoyo de su entorno familiar, laboral y social. Cada mujer vive de manera diferente la llegada de la menopausia pero el seguimiento y apoyo médico, la información y la prevención puede marcar la diferencia entre padecer los cambios y entender que esta es una parte más de la vida. Tal vez sea cierto, como afirman algunos, que la vida empieza a los 40 y pico.
Desde la adolescencia la mujer debe prestar suma atención a sus huesos ya que la disminución de masa ósea no presenta síntomas, es por eso que se la conoce como una enfermedad silenciosa. Como parte del proceso de envejecimiento, durante este período que en promedio se presenta en la mujer argentina alrededor de los 52 años, las células que destruyen el hueso viejo tienen más actividad que las que lo construyen provocando una pérdida de hueso. Se recomienda evitar el consumo de alcohol y de tabaco que pueden influir en la pérdida de masa ósea.
“La prevención debe realizarse desde la adolescencia, con la dieta el ejercicio y cambios de hábitos. Existen numerosos tratamientos para la enfermedad, como calcio, sustancias que impiden la pérdida de masa ósea, etc. Y es importante tener en cuenta que existen algunos factores de riesgo como la genética, el sedentarismo y el consumo de corticoides entre otros. Además, es importante tener en cuenta que este tipo de pacientes generalmente consume o consumió hormona tiroide, que impactan sobre el hueso. El control debe empezar desde la menarca misma, es decir, desde la primera menstruación, porque la prevención es lo único que va a permitir llegar a la menopausia con una masa ósea ideal; sino existía una buena masa ósea inicial una vez llegado el momento a esto se le suma la pérdida que se produce espontáneamente por la menopausia”, expresa la Dra. Rosana Molina, a cargo del departamento de Menopausia y Climaterio de Halitus Instituto Médico.
Detección y tratamiento
Para detectar la presencia de osteoporosis es posible realizar lo que se llama densitometría, un estudio sencillo que consiste en determinar mediante el uso de un aparato particular la cantidad de masa ósea. En estos casos puede detectarse también una osteopenia que también marca una disminución de la masa ósea-como la osteoporosis- pero sin fractura.
Según la Dra. Molina, “Si existen factores de riesgo es conveniente realizarse este estudio antes de llegar a la menopausia y repetir el estudio una vez por año pero si no, una vez cada dos años es lo más recomendable.”
“La selección del tratamiento más adecuado para cada mujer está relacionado con su historia, con sus necesidades y con la etapa de la menopausia en la que se encuentre”, explicó la médica.
El tratamiento de elección para esta patología son los llamados bifosfonatos, sustancias que impiden que el hueso se reabsorba, deteniendo un proceso natural de renovación ósea que en este momento de la vida puede no producirse correctamente. “Dentro los bifosfonatos se encuentran los alendronatos y los risendronatos cuya indicación es de una toma semanal, los ivandronatos que son indicados mensualmente y lo novedoso son los zolendronatos que se aplica una ampolla por año”, expresa la Dra. Molina.
La alimentación: calcio y vitamina D
El calcio y la vitamina D son fundamentales para prevenir y combatir la osteoporosis ya que promueven la salud ósea y previenen la pérdida de masa ósea que deriva en osteoporosis.
Si bien las mujeres ingieren un promedio de 700 y 800 mg diarios de calcio en la dieta, lo recomendable en esta etapa es ingerir entre 1200 y 1500mg por día, según lo establece la Fundación Internacional de Osteoporosis.
Es importante reconocer cuáles son los alimentos ricos en calcio: leche y derivados, brócoli, pescados y nueces. Es importante mencionar que no hay forma de poseer exceso de calcio en el cuerpo porque el sobrante no es absorbido.
La vitamina D juega un rol fundamental en la absorción del calcio y a partir de los 60 años disminuye la enzima que permite que la vitamina D absorba al calcio a nivel instestinal, complicando la correcta absorción, y es por ello que se recomienda la incorporación de vitamina D y la exposición al sol. La mayor producción de Vitamina D se obtiene por exposición a los rayos ultravioletas del sol (moderada) y por la ingesta de salmón, sardina, caballa, huevos e hígado.
Prevención y cambios en el estilo de vida
- Realizar actividad física aeróbica: Es importante no sólo para la regeneración del hueso y para aumentar el tono y el trofismo muscular y evitar así las fracturas. Debe ser adecuado a la edad y a las características particulares de cada paciente, por eso es conveniente consultar con el médico, y deben evitarse aquellos ejercicios que incluyan flexiones o movimientos bruscos.
- Mantener una dieta balanceada, con adecuada cantidad de vitaminas (fundamentalmente D y E), minerales (calcio) y pocas grasas saturadas. Deben tenerse en cuenta aquellos alimentos como lácteos, frutas frescas y frutos secos, vegetales y pescados.
- Mantener el peso ideal a través de los años
- No consumir tabaco.
- No ingerir excesivamente cafeína ni alcohol.
- Disminuir el stress.
- Exposición al sol: Con sólo 5 minutos con la palma de la mano al sol alcanzaría para cubrir la necesidad de producción de vitamina D.