Alimentos con componentes funcionales que ayudan a disminuir el colesterol:
1. frutas (3-4 porciones por día) y verduras (5-7 porciones por día)
2. avena (contiene fibra soluble)
3. cítricos y frutos del bosque (de efectos antioxidantes)
4. alimentos enriquecidos con fitosteroles (estanoles y esteroles, que reducen el LDL-col): leches, yogures, jugos y otros.
5. aceites vegetales, nueces y palta (contienen fitoesteroles en mínimas cantidades)
6. aceite de oliva y de canola (poseen grasas monoinsaturadas que aumentan el colesterol “bueno” o HDL-col y disminuyen el “malo” o LDL)
7. pescado (rico en Omega-3, que dis-minuye los niveles de triglicéridos)
8. lino, chía (contienen grasas poliinsa-turadas)
9. derivados de la soja (reducen los niveles de LDL)
10. vino tinto (posee un antioxidante, el resveratrol, y saponinas que impiden la absorción del colesterol)
Según el Instituto Nacional de Alimentos, “se considera que un alimento es funcional o producto de diseño, cuando pruebas científicas avalan que su consumo frecuente previene o resuelve determina-dos problemas de salud. Son ejemplo de estos desarrollos la creciente oferta de productos fortifica-dos o enriquecidos, así como la de alimentos libres de algún componente considerado nocivo (alergenos, grasa y otros)”.
“Los alimentos funcionales representan el comienzo de la era de nutrición personalizada. El nuevo desafío en este siglo XXI caracterizado por enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida sería poder disponer cada vez más de alimentos que permitan a las personas permanecer sanas, no enfermar aún teniendo factores de riesgo para determinada patología, o incluso curarse”.
Cada individuo posee un genoma (información genética) diferente que implica una respuesta también distinta frente a la alimentación. Mientras que algunos metabolizan el colesterol adecuadamente; otros elevan sus niveles mínimamente a pesar de una ingesta excesiva, y otros presentan valores muy elevados con el mayor riesgo de patologías relacionadas.