Especial para Asteriscos.Tv, por Halitus Instituto Médico.
El sistema reproductivo masculino está diseñado para producir, almacenar y transferir la esperma al cuerpo femenino es por ello que es importante cerciorarse de que un hombre puede tener cópula sexual y que el esperma se produce normalmente. Como con otros órganos del cuerpo, si la función normal no ocurre puede ser necesaria la intervención médica.
La célula reproductiva masculina es el espermatozoide y en contraste con el sistema reproductivo femenino cuya producción de óvulos es cíclica, desde la pubertad la producción de espermatozoides es continua incluso hasta entrada la vejez.
Todo el proceso de producción espermática desde la célula germinal hasta el desarrollo de espermatozoides maduros que puedan lograr la fertilización lleva alrededor de 70 días y cuando está completo, los espermatozoides son liberados por los tubos seminíferos y transportados al epidídimo. Es en el viaje a través del epidídimo, que dura entre 4 y 10 días, que adquieren las condiciones de motilidad y la habilidad para penetrar y fecundar al óvulo. Durante la eyaculación, mediante contracción muscular los espermatozoides son empujados desde el epidídimo hasta los conductos eferentes y luego viajan a través de la glándula prostática y la uretra para salir en pequeñas cantidades de fluido.
Alguna modificación u obstaculización en dicho proceso puede ser la causa de la infertilidad.
Evaluación y diagnóstico
El buen diagnóstico es un paso fundamental para la elección del tratamiento más adecuado. El interrogatorio que habitualmente se realiza en una primera consulta apunta a orientar la dirección del diagnóstico. Además, el andrólogo examinará en el hombre los testículos, su tamaño, consistencia, la vía espermática y si existe la presencia de algún bulto o un varicocele –várices en las venas que irrigan los testículos-, que es una de las causas más comunes de infertilidad. Para completar la evaluación se requerirá al hombre un espermograma como parte del chequeo de rutina.
Es un análisis de laboratorio que permite observar la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides. Si durante la entrevista preliminar o durante el examen físico con el médico aparecen síntomas o signos de alguna anormalidad hormonal se realiza un estudio pormenorizado del sistema endocrino. El médico también puede pedir al hombre una biopsia testicular. Este estudio es raramente solicitada salvo en casos en que existe ausencia de espermatozoides en el semen. Consiste en la remoción de una pequeña porción de tejido testicular como muestra para una evaluación microscópica. Se realiza bajo anestesia general.
En el hombre la microcirugía también es un recurso muy valioso en ciertos casos de azoospermia –ausencia de espermatozoides en el eyaculado- por factores obstructivos, pero que poseen gametos en el testículo o el epidídimo. También cuando es necesario corregir una varicocele u otros trastornos del tracto genital masculino, previos a un tratamiento de fertilización asistida.
La correcta evaluación de cada caso es un elemento esencial para la selección del método más conveniente y para lograr un tratamiento exitosos y el logro final del embarazo.