Las infecciones respiratorias pueden afectar al sistema respiratorio superior durante todo el año, causando resfríos, laringitis, otitis y otras dolencias. También hay infecciones respiratorias que afectan al sistema respiratorio bajo (bronquios y pulmones).
Estas infecciones respiratorias bajas suelen dar lugar a cuadros severos en forma aguda, produciendo epidemias entre los meses de junio y septiembre.
Los síntomas más frecuentes de las infecciones respiratorias bajas son: rinitis, catarro, fiebre, tos, silbidos en el pecho y dificultad para respirar.
Las neumonías, bronquitis y bronquiolitis están entre las enfermedades respiratorias agudas más frecuentes en los niños menores de 5 años. Las neumonías pueden ser causadas por virus y bacterias. En cambio, las bronquitis y bronquiolitis son causadas por diversos virus. En casos severos, estas enfermedades pueden generar dificultades respiratorias y un déficit de oxígeno en los niños, lo que requiere hospitalización.
“En caso de bronquiolitis severas, el oxígeno es la base del tratamiento”, subraya la doctora Ana Balanzat, coordinadora del área Pediatría del Departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación.
Además de sugerir el equipamiento con oxígeno de todos los centros de salud de las provincias, el Ministerio de Salud ya envió a distintas regiones del país medicamentos broncodilatadores, aerocámaras y otros insumos para enfrentar el aumento de casos respiratorios en los próximos meses.
Las enfermedades respiratorias son especialmente peligrosas en niños de hasta un año de edad. En 2005, por ejemplo, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Emilio Coni” reportó 393 varones y 280 niñas menores de un año muertos por enfermedades respiratorias, mientras se registraron cinco niños de 4 años muertos y 11 niñas de esa edad fallecidas.
El Programa Nacional de Infecciones Respiratorias Bajas realiza campañas de invierno para extremar las medidas de prevención y mejorar la atención en centros de salud y hospitales de todo el país.
Para prevenir las infecciones respiratorias, es fundamental garantizar que todos los niños tengan las vacunas obligatorias según el calendario oficial y proveer una adecuada alimentación, evitando la desnutrición. El hacinamiento y la exposición al humo de cigarrillo en el hogar incrementan el riesgo de padecer infecciones respiratorias.
El Ministerio de Salud de la Nación también ha instalado las llamadas “salas de situación”, lugares físicos ubicados en cada jurisdicción donde se monitorean diaria o semanalmente los casos de enfermedades respiratorias atendidos en centros de salud y hospitales públicos.