En la Argentina, más de 50 instituciones del ámbito sanitario se han sumado a la iniciativa que impulsa Salud sin Daño (SSD) y que promueve una prestación y práctica de salud libres de mercurio. Los hospitales de los sistemas de salud dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de las provincias del Chaco, La Rioja y Jujuy firmaron un compromiso de eliminación progresiva del mercurio en sus establecimientos.
Al mismo tiempo, hospitales de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego y Buenos Aires ya han reemplazado o están en camino de reemplazar los termómetros y tensiómetros de mercurio.
El mercurio en las prácticas médicas se usa principalmente en termómetros y tensiómetros que cuando se rompen, lo que ocurre con una frecuencia sorprendente, emiten al medio ambiente el metal que contienen. El mercurio es un metal pesado tóxico que se evapora a temperatura ambiente y sus residuos contribuyen a aumentar la carga global de mercurio en el planeta. De este modo, paradójicamente, el sector salud se convierte en una fuente de contaminación y riesgo sanitario.
Salud sin Daño es una campaña internacional compuesta por hospitales y sistemas de salud, profesionales médicos, grupos de la comunidad, sindicatos y organizaciones ambientalistas. Está formada por más de 443 organizaciones en 52 países que trabajan con el objetivo de transformar el sector del cuidado de la salud, para que deje de ser una fuente de daño para las personas y el ambiente.
Con oficinas en Norteamérica (EEUU), Asia (Filipinas), Europa (República Checa) y América Latina (Argentina), Salud sin Daño trabaja en cooperación con gobiernos, organizaciones no-gubernamentales e instituciones de cuidado de la salud de todo el mundo.