Identificada como una enfermedad de carácter crónico, habitualmente asociada a cuadros de estrés, depresión y cansancio, el hipotiroidismo se origina cuando la glándula tiroidea no produce suficiente hormona para mantener el funcionamiento normal del cuerpo. En su estadio más severo, puede llevar al desarrollo de grandes complicaciones y síntomas visibles externamente en el organismo. Más de la mitad de las personas que padecen de hipotiroidismo desconocen su condición.
Debido a que los síntomas de la enfermedad, en un comienzo, pueden ser muy leves, dificultando el diagnóstico correcto, el hipotiroidismo es considerado una enfermedad subdiagnosticada. Por ello, una vez detectada la enfermedad, un tratamiento adecuado es clave para evitar complicaciones mayores y mejorar la calidad de vida del paciente. Cualquier persona, de todas las edades, sexo y nivel socioeconómico, puede padecerla.
Actualmente se estima que el 8% por ciento de las mujeres de entre 45-50 años de edad, podrían presentar signos, molestias o alteraciones producto de una alteración tiroidea. Cuando las manifestaciones de la enfermedad son leves, muchas mujeres pueden convivir con la misma sin saberlo y por largos periodos de tiempo. Pero, aunque se considere que son las mujeres las que mayoritariamente se ven afectadas, los hombres también la padecen.
En hombres y mujeres de la tercera edad, la prevalencia de la enfermedad es francamente mayor y casi igual para ambos sexos según algunos relevamientos poblacionales. De acuerdo a los resultados de un estudio sobre prevalencia de la enfermedad tiroidea, el 15 % de los hombres de 80 años presenta hipotiroidismo, necesitando un diagnóstico y tratamiento adecuado para no ver afectada su calidad de vida.
La causa más común para el desarrollo de esta enfermedad es la propia reacción auto-inmunológica del cuerpo contra sitios específicos de la glándula. Otras causas son la cirugía de tiroides, el tratamiento con yodo radioactivo y algunos medicamentos.
Para la doctora Alicia Gauna, médica a cargo del sector tiroides de la División de Endocrinología del Hospital Ramos Mejía, “si bien el hipotiroidismo es una enfermedad subdiagnosticada, su detección es generalmente muy sencilla y se realiza mediante un simple análisis de sangre. Es de valor indiscutido y es ley en la Argentina hacer la detección en TODO recién nacido, dado que el tratamiento muy temprano del hipotiroidismo congénito evita severas complicaciones asociadas a la falta de hormona tiroidea desde el nacimiento, entre ellas, el retardo mental. La detección también debe hacerse de rutina en mujeres con antecedentes familiares de patología tiroidea o antecedentes de enfermedades autoinmunes, en cualquier persona con alteraciones de lípidos, o diabéticos o enfermedades genéticas como Síndrome de Down y en pacientes con antecedentes de aborto espontáneo o alteraciones del ciclo menstrual y en toda embarazada en el primer trimestre. Detectada una alteración, la consulta al especialista permite asegurar y completar el diagnóstico previamente a establecer el tratamiento.”
Los síntomas del hipotiroidismo pueden variar de leves a severos. Entre algunos de ellos, las personas que lo padecen pueden presentar:
- Mayor sensación de frío corporal, incluso durante los meses de verano o de altas temperaturas.
- Síntomas de fatiga y disminución frecuente del apetito. A pesar de ello, por la retención excesiva de líquidos, puede producirse una modificación o cambio en el peso de la persona.
- Cambios en la voz, la cual puede tornase más ronca y áspera. Puede generarse hinchazón en cara.
- Cabello, pestañas, cejas y vello corporal más secos, gruesos, frágiles y más propensos a las caídas.
- Uñas quebradizas y de crecimiento más lento.
- Aumento en el tamaño de la lengua y palidez e hinchazón de las encías. Las personas con este trastorno se vuelven más olvidadizas y presentan otras manifestaciones de deterioro intelectual, con un cambio gradual de la personalidad: incluso algunos padecen depresión.
Por otra parte, también hay algunas otras enfermedades que pueden predisponer a la persona a padecer de hipotiroidismo. Entre ellas se encuentran: diabetes, Síndrome de Turner, y Síndrome de Down.
El tratamiento para el control de esta enfermedad es la terapia de reemplazo o sustitución de la función tiroidea disminuida o ausente. La Levotiroxina es el complemento adecuado para suplir el menor funcionamiento de la tiroides. Al ser una enfermedad progresiva y de carácter crónico, resulta de vital importancia que el paciente se realice chequeos de rutina para mantener estable su tratamiento, administrándole la dosis necesaria en cada caso particular.
Aquellos pacientes que no realicen un tratamiento apropiado, pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades graves del corazón como cardiomiopatía e insuficiencia cardiaca. Un tratamiento correcto, mejora la calidad de vida reemplazando el funcionamiento de la hormona tiroidea deficiente.