Que mantener una vida sexual activa es gratificante no hay duda. Que hace sentirnos bien, tampoco. Pero aparentemente, el sexo aporta muchos beneficios para nuestro cuerpo.

Investigaciones científicas a las que accedió Asteriscos.tv aseguran que tener relaciones sexuales regularmente aporta importantes beneficios.

Entre las bondades de una constante actividad sexual podría destacarse el ganar energía, ya que el sexo es una forma de ejercicio físico. Tener relaciones sexuales tres veces por semana permite quemar muchas calorías y mantenerse en forma a lo largo del año. Aseguran que es equivalente a correr 120 kilómetros.

También, el sexo incrementa el aporte de oxígeno a las células y estimula la actividad de varios órganos y sistemas dentro del cuerpo, balancea el equilibrio entre el colesterol bueno y el malo y al mismo tiempo reduce el exceso de colesterol en el cuerpo. Por otro lado, algunos estudios indican que el mantener sexo reduce las jaquecas y los dolores en general.

Es sabido que los desórdenes prostáticos son causados o empeoran como resultado de las secreciones de la glándula. La actividad sexual regular elimina esas secreciones. De todos modos, un repentino cambio en la frecuencia puede causar desórdenes relacionados con la próstata.

El sexo disminuye el estrés. La satisfacción y relajación que produce el sexo son beneficiosas para la mente y el sistema circulatorio. Además, aumenta la felicidad marital porque el amor y el afecto pueden incrementar el nivel de oxitocina, una hormona que aumenta el deseo sexual. Un alto nivel de oxitocina puede incrementar la frecuencia de encuentros sexuales en una pareja.

El sexo es una ventaja, especialmente para las mujeres. Las relaciones sexuales regulares incrementan el nivel de hormonas femeninas, que reducen el riesgo de enfermedades del corazón y del tracto vaginal.

El ejercicio físico, en cualquiera de sus formas, aumenta los niveles de la hormona masculina, testosterona, en el cuerpo. Los expertos dicen que esta hormona fortalece los músculos y huesos del cuerpo humano.

Durante las relaciones sexuales, la hormona llamada DHEA es segregada en el cuerpo. Durante los orgasmos o justo antes de la eyaculación, el nivel de DHEA en la sangre es cinco veces mayor a lo normal. Este esteroide segregado por la corteza suprarrenal es el principal generador de andrógenos en las mujeres. Está también presente en los varones.