El genial cantautor español Joaquín Sabina ofrecía “pastillas para no soñar” para aquellos que querían vivir cien años, fórmula que, a priori, parece un tanto excesiva para alcanzar la longevidad. Más ahora que científicos británicos encontraron la forma de sumarle a la vida 14 años adicionales.
Si bien podrá soñar, si su intención es agregar años a su vida, no fume, coma mucha fruta y verduras, haga ejercicio en forma regular y consuma bebidas alcohólicas con moderación, según las conclusiones a las que llegó un estudio que estudió los hábitos de unas 20 mil personas en Gran Bretaña.
El profesor Kay-Tee Khaw, de la Universidad de Cambridge, y sus colegas, calcularon que las personas que adoptan estos cuatro hábitos sanos viven un promedio de 14 años más que los que no lo hacen.
"Sabemos desde hace tiempo que estas conductas con sanas, pero nunca vimos hasta ahora estos beneficios adicionales", comentó Susan Jebb, directora de Nutrición y Salud del Consejo Británico de Investigación Médica, que costeó parcialmente el estudio.
"Solamente adoptar una de esas conductas ayuda, pero cada paso dado para mejorar la salud parece tener un beneficio adicional", agregó Jebb, que no participó en el estudio.
Los beneficios ocurren independientemente de que las personas tengan o no exceso de peso y de qué clase social proceden.
El estudio - cuyas conclusiones fueron publicadas en el diario de la Public Library of Science Medicine y a las que accedió Asteriscos.tv- incluyó a adultos sanos de 45 a 79 años. Los participantes llenaron cuestionarios de salud entre 1993 y 1997 y las enfermeras realizaron un examen médico en una clínica.
Los participantes anotaron un punto por cada una de las categorías de no fumar, hacer regularmente ejercicios físicos, comer cinco porciones de frutas y hortalizas al día y consumir bebidas alcohólicas con moderación.
Hasta el 2006, los investigadores registraron las muertes por cualquier motivo, incluyendo enfermedades cardiovasculares, cáncer y dolencias respiratorias. Las personas que obtuvieron cuatro puntos tuvieron cuatro posibilidades menos de morir que aquellos que no lograron ni una, demostró la investigación.
Según Khaw, el estudio debería convencer a las personas que mejorar su salud no requiere con frecuencia cambios extremos en su estilo de vida.