Hay que adelantar los relojes una hora. Mucho se habla del ahorro de energía, pero ¿existen consecuencias para el cuerpo cuando se modifica el huso horario?. Según los especialistas, este simple hecho puede traer algunos trastornos previsibles.
Fatiga, cansancio general, trastornos gastrointestinales, confusión, falta de memoria o apatía son algunos de los síntomas que se pueden sentir. Pero para no ver la vida cotidiana afectada por estos trastornos recomiendan relajar el cuerpo, dejarlo dormir cuando quiera y no presionarlo.
“Aunque una hora de adelanto tal vez no tenga efectos enormes, se va a sentir. Es importante hablarlo, que se sepa que pueden aparecer problemas de concentración, somnolencia o trastornos del sueño, para evitar consecuencias negativas”, explica Diego Golombek, director el laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador del Conicet.
Al respecto, advirtió: “Los días anteriores al cambio de hora no hay que forzar el cuerpo y hay que dormir cuando se siente la necesidad”. Es que el reloj interno de los cuerpo también se verá afectado por la falta de costumbre, entonces a partir de este lunes deben tomarse algunas precauciones, al menos durante la semana siguiente.
Es que hay datos que confirman que cuando se hacen cambios de uso horario, ya sea en invierno o en verano, hay más accidentes de tránsito consecuencia de la desorientación pasajera que el mismo cambio provoca.
María Daraio, una especialista en sueño del Hospital Italiano de Buenos Aires, asegura que el efecto negativo que produciría la falta de horas de oscuridad puede compensarse con 40 minutos de siesta. Además, aseguró que el impacto de una hora no sería tan terrible como sería un viaje transmeridiano.
Y para las personas que realizan actividades al aire libre tienen que tener en cuenta que ahora deben protegerse del sol en lugar de entre las 11 y las 15, ahora deberán hacerlo entre las 10 y las 14, para evitar afecciones fuertes en la piel.
Según los especialistas, si bien el cambio de hora que se realizará el domingo 30 en la Argentina regirá para todo el país, quienes se verán más afectados serán los habitantes de las provincias del oeste. Sin embargo, a no preocuparse: en apenas cinco días el cuerpo se acostumbrará y todo volverá a la normalidad, al menos hasta que se vuelve a hacer el cambio en los relojes.