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Un arma para combatir la disfunción eréctil
19 de octubre de 2007
El impacto social de la disfunción eréctil puede ser significativo por sus consecuencias sobre la calidad de vida de quien la padece, de su pareja y de su entorno familiar. La disfunción eréctil está subdiagnosticada por la resistencia de los pacientes y del sistema de salud en discutir la función sexual. Se estima que sólo el 5% de quienes la padecen buscan ayuda profesional.
En la mayoría de los casos está presente una combinación de factores orgánicos (vasculares, neurológicos, hormonales ) y psicológicos (previos o posteriores al primer episodio de disfunción eréctil).
Son factores de riesgo para la disfunción eréctil: el envejecimiento, enfermedades crónicas (ej: diabetes, hipertensión, etc.), determinadas cirugías y traumatismos, drogas y otros factores modificables.
Sin embargo, para combatir este problema existen diversos tratamientos, como la utilización del sildenafil (Viagra) desde hace 10 años. No obstante existen otro tipos de tratamiento como Cialis (Tadalafilo), que es único que garantiza su efectividad dentro de las 36 horas posteriores a su ingesta.
Cialis, del laboratorio Lilly, se toma por vía oral antes de iniciar la actividad sexual y que permanece efectiva durante 36hs:
- Actúa sólo en presencia de un estímulo sexual adecuado por lo que permite disfrutar de una vida sexual sana y en libertad de manera segura, cómoda y espontánea.
- Su efecto no se ve afectado por consumir alimentos o bebidas alcohólicas con moderación.
El tadalafilo es un inhibidor selectivo de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5). En respuesta a la estímulación sexual es liberada una sustancia química (óxido nítrico), la cual incrementa los niveles del guanidil monofosfato cíclico (GMPc). La GMPc conduce a la relajación de los vasos sanguíneos en el pene, lo que facilita la entrada de sangre y por ende la erección. El tadalafilo inhibe la degradación de la GMPc a través del bloqueo de la enzima PDE5, responsable de dicha degradación, y por lo tanto incrementa los niveles de la GMPc dentro del pene, en pacientes que padecen disfunción eréctil.