Los mayores de 64 años, las embarazadas y quienes padecen enfermedades pulmonares o diabetes integran los “grupos de riesgo” que deberían vacunarse sí o sí contra el virus de la gripe, que ya inició su proceso de circulación en el país y se propagará a gran velocidad con la instalación del frío, lo que genera temores y riesgos para la salud, advierten especialistas en infectología.
Según la Organización Mundial de la Salud, los episodios de gripe afectan en promedio a entre el 5 y el 15 por ciento de la población, y provocan entre 250 y 500 mil muertes anuales en el planeta.
En la Argentina, la gripe afecta cada año a millones de personas y se agrava en los denominados “grupos de riesgo”, ya que en mayores de 64 años es responsable del 60 por ciento de las hospitalizaciones relacionadas con el virus.
Esta gripe ‘estacional’ o ‘humana’ puede prevenirse con una vacuna que debe aplicarse antes de la llegada de los primeros fríos, cuando la influenza comienza a circular con mayor frecuencia, para que el organismo tenga tiempo de crear inmunidad.
Los principales síntomas de la gripe son fiebre alta, dolor de cabeza, cansancio, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal y dolores en el cuerpo, y también pueden ocurrir diarrea y vómitos, más comúnmente en niños.
El Estado argentino incrementó la compra de dosis de vacunas con respecto a años anteriores para los pacientes que integran los grupos de riesgo, y las campañas de PAMI, IOMA y las principales obras sociales y prepagas del país ya están en marcha.
¿Quiénes integran los grupos de riesgo? Según el infectólogo Horacio López, profesor titular de Infectología de la UBA y de la Universidad Favaloro, además de los mayores de 64 años, los niños de entre 6 y 23 meses, según recomendación de cada pediatra, el personal de salud que atiende pacientes en forma directa y los familiares de pacientes con riesgo, que estén en contacto con niños menores de 6 meses o con residentes de asilos.
En el resto de la población, el especialista explica que también deberían vacunarse sí o sí las personas con alto riesgo de complicaciones, como quienes padecen enfermedades cardíacas, pulmonares, renales crónicas, diabetes, asma, cáncer, depresión inmunitaria o SIDA, y las embarazadas.
Numerosas empresas que tienen muchos empleados están afrontando con su presupuesto la vacunación del personal, no sólo por una razón humanitaria, sino también económica: una persona engripada debe guardar al menos cinco días de reposo y luego mantiene un ritmo más limitado de trabajo por al menos dos semanas.
El mayor riesgo de la gripe es que puede complicarse, siendo lo más temido la neumonía, que consiste en una inflamación o infección grave de los pulmones. En el 2004, en la Argentina hubo 12.000 muertes por neumonía en mayores de 65 años, muchas de las cuales comenzaron con una gripe.
En Estados Unidos mueren casi 40 mil personas anuales por complicaciones derivadas de la gripe.