Crease o no la ciencia está logrando avances de película. La criopreservación de la sangre del cordón umbilical se extiende al ritmo de los descubrimientos científicos y son cada vez más las consultas de los padres. Las técnicas de seguridad para conservarla y un horizonte de usos que crece día a día.
Las células madre tienen un potencial regenerativo probado, con capacidad anti-inflamatoria y de generar nuevas células. Todo esto lo convierte en un material genético de extremada importancia, y sus usos no se limitan a los conocidos hoy. “Lo fascinante de la criopreservación es que se guardan células para cuando nuestros hijos tengan 50 años, y la medicina en 50 años va a ser totalmente distinta a la de hoy.
Se trata de un material de potencial curativo aún hoy desconocido. El uso de las células madre son al siglo XXI lo que los antibióticos fueron al siglo XX. Ahora los antibióticos se compran en cualquier farmacia, pero hace un siglo era ciencia ficción.
Estamos ante una panorama de un potencial increíble” finaliza el Dr. Fernández Sasso, pediatra hematólogo (MN 82733) y Presidente de ABC Cordón, la Asociación de Bancos de Células Madre, que nuclea a las entidades que realizan este procedimiento.
En Argentina hace más de 10 años que es posible guardar material genético extraído de la sangre del cordón umbilical. Hasta hace casi treinta años este material era desechado. En 1988 se realizó el primer trasplante mundial de sangre de cordón umbilical, y a partir de ahí, por sus ventajas comparativas se empezó a usar con más frecuencia. Hoy, se utilizan en forma experimental para tratar enfermedades neurológicas, diabetes y patología cardiológicas.
Estudios recientes están incursionando también en el campo estético y de cirugía estética o reconstructiva.
El país registra un antecedente en cuyo caso se utilizaron las células madre y permitió que se iniciara el protocolo ENCEL desde la Maternidad Sardá y con la guía de prestigiosas universidades extranjeras: se trata de la utilización de sangre de cordón umbilical para niños que nacen con hipoxia perinatal (encefalopatía hipóxico-isquémica es su término científico), con el riesgo de desarrollar parálisis cerebral.
“Como las células madre no tienen las fuerzas que tienen los medicamentos, porque no hay una industria como la farmacéutica detrás, las investigaciones son a base de decisiones individuales o de pequeños grupos, y con mucho más esfuerzo que difusión. Hay investigaciones que van avanzando que tal vez no se conocen a nivel masivo, algunas para patologías más sencillas, como el uso de células madre para lesiones oculares o articulares en deportistas” afirma el Dr. Fernández Sasso.
Gustavo Curcio, también miembro de ABC Cordón, asegura que este año aumentaron las consultas para realizar el proceso de criopreservación, con un costo promedio de extracción del $15.000 y USD 180 anuales en concepto de mantenimiento. “Cada vez hay más información y la gente se ve más tentada a investigar, sumado a que hay más investigaciones serias publicadas a nivel científico y periodístico. Los grandes interrogantes son: para qué se usan hoy, para qué se van a usar en el futuro y cuánto tiempo duran guardadas.” agrega el Dr. Fernández Sasso.
Otra de las preocupaciones de quienes deciden hacer este tipo de tratamientos tiene que ver con la seguridad con la cual se extrae, clasifica y guarda el material genético. Ante estas dudas, el presidente de ABC Cordón asegura que los estándares y normas de seguridad son muy exigentes: “Hay requisitos específicos, se rotulan las muestras, tienen códigos de barra, se guardan en lugares predeterminados, la sangre se estudia. La forma de guarda es universal. Y con nitrógeno para la criopreservación y el mantenimiento del material genético para siempre.” finaliza el profesional.