Se llama prematuro al niño que llega al mundo de manera temprana, es decir, antes de haber cumplido las 37 semanas de gestación. Pese a que la prematurez es una de las principales causas de mortalidad infantil en nuestro país, los bebes prematuros pueden desarrollarse saludablemente y disminuir los riesgos asociados a un parto temprano si reciben la atención sanitaria necesaria al momento de llegar al mundo y durante el período posnatal.

“Los recién nacidos prematuros, y sobre todo los prematuros extremos, (menores de 1500 gramos) necesitan el contacto afectivo de sus padres desde el inicio de la vida. La estimulación que pueden darle sus familiares resulta fundamental, porque los bebés en esta situación tienen, una gran necesidad de cuidados médicos, pero también una importante necesidad de afecto y de reencuentro con su familia” sostienen los Dres. Julio M. Falk, y Miguel A. Debuh, Directores del Centro Neonatal y Pediátrico de la Clínica Santa Isabel.

“Al principio, se hace difícil para la familia, y en especial para la madre, el aceptar que el bebe esté en la sala de neonatología ya que habiendo tanta cantidad de equipos médicos, de alarmas, ruidos, luces, no es lo que la madre tenía pensado para desarrollar su maternidad. Apenas sea posible, el equipo de salud debe promover el contacto piel a piel entre el bebé prematuro y su familia: esto significa que deben tener total libertad para ver en todo momento al niño, esa familia debe estar integrada a la neonatología, formar parte y estar cuidada junto con el bebé” menciona el Dr. Falk.

Si bien el equipo de salud cuidará sus funciones biológicas, los padres son los encargados de transmitir a su hijo su amor y deseo que salga adelante. También resulta importante que los abuelos y hermanos puedan visitar al bebé en neonatología para comprender lo que sucede allí adentro y acompañar a los padres, por eso, nuestra prioridad en la Clínica Santa Isabel es la Maternidad centrada en la familia.

Algunas de las complicaciones que pueden presentar estos bebés son en el área de desarrollo cognitivo, neurológico y motor, al igual que problemas en la visión o en la audición. A fin de evitar que tengan este tipo de complicaciones o para minimizar las secuelas, los recién nacidos deben permanecer en el servicio de neonatología para recibir cuidados especiales. Asimismo, los avances de la ciencia y tecnológicos en los últimos años han permitido la reducción de secuelas, en la mayoría de los casos.

En tal sentido, todo el personal de salud juega un rol, fundamental, ya que son ellos quienes cuidarán del bebé mientras se encuentra tanto en neonatología como durante los controles posteriores, al mismo tiempo que serán los encargados de acompañar a los padres y la familia involucrada en el tratamiento.

El personal de enfermería de Neonatología de la Clínica Santa Isabel, cuenta con una formación profesional de primer nivel, altamente capacitada a través de la Educación Medica Continua, cursos y jornadas. La mayoría de ellas son licenciadas y docentes; pero por sobre todo se caracteriza por la calidad humana y por formar parte de este equipo de salud, junto a Puericultoras, Psicólogas y Médicos Neonatólogos.

Los niños prematuros enfrentan múltiples desafíos a la hora de ser alimentados. El nacimiento antes de término condiciona cierto grado de inmadurez que les hace difícil prenderse al pecho. La alimentación con leche materna en recién nacidos prematuros y de muy bajo peso al nacer tiene múltiples beneficios nutricionales, gastrointestinales, inmunológicos, psicofísicos y neuromadurativos.

“La alimentación con leche materna puede realizarse por medio de una sonda que va desde la boca hasta el estómago, ya que los bebés prematuros no tienen desarrollado el reflejo de succión” afirmó el Dr. Debuh.

“La mayoría de los bebés nacidos pretérmino tienen un desarrollo neurológico y cognitivo normal. Es fundamental sostener en el tiempo los cuidados especiales del bebé prematuro al abandonar el centro de salud donde él fue atendido” concluyeron los Directores del Centro Neonatal y Pediátrico de la Clínica Santa Isabel.