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27 de noviembre de 2024
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Las enfermedades inflamatorias del estómago
La gastritis y las úlceras de estómago son consulta frecuente con los especialistas. En la actualidad se curan con tratamiento y solo se operan el 5% de los casos de úlceras.
9 de febrero de 2018
(*) Por Francisco Aguilar. Médico Cirujano (MAAC). Miembro de la Asociación Argentina de Cirugía. (MP 1654 F78 L2)

La gastritis y las úlceras de estómago son consulta frecuente con los especialistas. En la actualidad se curan con tratamiento y solo se operan el 5% de los casos de úlceras.

¿Por qué se producen? Al igual que la piel o el aparato respiratorio, el aparato digestivo se vuelve foco de posibles enfermedades cuando aparecen algunos trastornos en los mecanismos de defensa del estómago. La evolución de las sociedades, el aumento de las problemáticas del hombre actual, la globalización, los conflictos de todo tipo a los que hemos estado sometidos, han hecho que estas enfermedades sean extremadamente frecuentes y consulta diaria a los especialistas.

Otros de los mecanismos que actúan para la formación de situaciones inflamatorias de la mucosa del estómago son: la ingesta de algunos medicamentos (antiinflamatorios), ingesta de alcohol y cigarrillos o la infección por una bacteria llamada helicobacterpilory. En el año 1983 WARREN y MARSHALL descubren que existe esta bacteria, como consecuencia obtienen el Premio Nobel de Medicina.

Conocida también con el nombre de gastritis, es una de las enfermedades más comunes en estos días. Otra enfermedad que puede aparecer es la úlcera de la mucosa del estómago.

La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago, frecuentemente difusa y que tiene una curación más sencilla.

En tanto, las ulceras son una lesión también en la mucosa, pero con mayor profundidad y que involucra a menudo otras capas del estómago. En general son redondas o elípticas y tanto su curación como la posibilidad de complicaciones son mayores. Son enfermedades distintas, pero con causas parecidas.

Las ulceras gástricas comparten grupo con las ulceras del duodeno (primera porción del intestino delgado) y son llamadas “ULCERAS PEPTICAS “.

La enfermedad ulcero péptica existe desde la prehistoria. Los griegos y los romanos relacionaban las molestias digestivas con el estómago. Muchos personajes sufrieron de la misma: Napoleón Bonaparte, Darwin, Alejandro Magno, pero recién en el siglo diecinueve comienza a estudiarse.

A finales del siglo XIX y principio del siglo XX, la cirugía tomó una preponderancia decisoria. Miles y miles de pacientes solucionaban sus dolencias y salvaban sus vidas gracias a la intervención quirúrgica. Existieron diferentes técnicas quirúrgicas para su tratamiento.

En la segunda parte del siglo XX, comenzaron a aparecer medicamentos que actuaron directamente sobre la secreción del acido clorhídrico y preservaron la barrera defensiva de la mucosa del estómago.

Primero aparecieron medicamentos como la ranitidina y otros. Luego llegaron los medicamentos que se usan hoy en día: el primer fue el omeprazol y luego otras fórmulas como el pantoprazol, lanzoprazol, esomeprazol, rabeprazol, etc.

¿Cómo se diagnostican?

Los síntomas que frecuentemente se manifiestan son: ardor o dolor en la parte alta del abdomen, acidez (sobre todo nocturna), vómitos con sangre o materia fecal de color negro. Se evidencia que el dolor que producen las úlceras gastroduodenales es diario, horario y periódico. Por lo general aparece por períodos a la misma hora y todos los días. Luego calma hasta que más adelante aparece nuevamente.

Ante la consulta a un especialista, luego de interrogar al paciente y realizar una completa historia clínica, se puede indicar la realización de una fibroendoscopía esofagogástrica. Con este método el esdoscopista, sin la necesidad de anestesia general, ingresa con un endoscopio y puede ver el estómago por dentro. En muchos casos hasta puede realizar tratamientos curativos durante el procedimiento.

¿Cómo es el tratamiento?

En primer lugar se deben suspender los elementos irritantes que la han producido (alcohol, tabaco, etc). Utilizando alguno de los medicamentos mencionados anteriormente, el paciente consigue la mejora rápida de los síntomas de la gastritis y luego de un periodo de utilización de los mismos (que va de los dos meses a los cuatro meses) la curación de las gastritis y también de las ulceras pépticas gastroduodenales.

Si a estos tratamientos se le agregan antibióticos con la famosa bacteria (H. Pilory), se resuelve prácticamente en forma definitiva el problema.

¿Quiénes deberían operarse?

La Asociación Argentina de Cirugía indica que hoy en día, sólo se operan algunos pocos pacientes que han tenido complicaciones con el tratamiento o pacientes que no han realizado el mismo (en general por falta de diagnostico). También aquellos que presentan complicaciones de las ulceras gastroduodenales, como son los cuadros rebeldes al tratamiento médico o los cuadros de ulceras perforadas. Hoy en día se pueden realizar las cirugías convencionales abiertas pero también se resuelven con cirugía mini invasiva laparoscópica y agregando luego un tratamiento con los medicamentos detallados anteriormente.

Pero la realidad es que hoy se opera menos del 5 % de las ulceras de estomago que se operaban hace medio siglo, y las gastritis no se opera salvo algún caso muy aislado.

En definitiva, las ulceras gastroduodenales han formado parte de la historia del hombre, provocando mucho sufrimiento y la muerte en algunos casos. La cirugía solucionó durante muchos años este tipo de enfermedades, pero por suerte desde hace más de cincuenta años solo ocupa un lugar insignificante.